Convence a un motociclista a no pedir auxilio

El conductor de un camión-trompo, mañosamente, convenció al motociclista herido en el accidente que había provocado, para que no llamara a ninguna autoridad, tras prometerle hacerse cargo de curaciones y de los daños ocasionados por su imprudencia.

Sin embargo, cuando Juan Manuel N., empleado repartidor de una tortillería aceptó, lo llevaron a la clínica Miravalle, donde lo dejaron abandonado a su suerte.

Ahí se negaron a reparar daños y pagar curaciones de las serias heridas que había sufrido Juan Manuel.

Para entonces ya el camión revolvedor de concreto ya lo habían movido, aunque la motocicleta estaba todavía en el lugar de los hechos por la avenida principal del fraccionamiento Los Almendros, frente al acceso al  nuevo circuito Balandre-residencial, custodiada por un compañero de trabajo del lesionado.

Peritos viales no acudieron al lugar del accidente, porque no les avisaron, pensando que el caso quedaría resuelto, tras la palabra empeñada del responsable del percance.

Sin embargo, representantes de la empresa Siloh Concretos, S. A. De C.V. y el propio chofer no cumplieron con su palabra y dejaron al humilde repartidor de tortillas, prácticamente, abandonado a su suerte, con heridas y probables fracturas, además de los daños ocasionados a la motocicleta.

El accidente se registró poco antes de las 15:00 horas, precisamente cuando el camión iba a dar vuelta a su derecha para entrar al circuito en construcción donde descargaría el concreto que llevaba en el trompo.

El motociclista circulaba por el carril derecho conforme lo marca el reglamento, sin embargo el chofer del trompo no lo tomó en cuenta y realizó sorpresivamente las maniobras para dar vuelta a su derecha, sin activar la señal intermitente que habría de alertar al motociclista.