Capturan a cuatro que mantenían secuestrados a dos veracruzanos

Dos veracruzanos que estaban secuestrados en una casa de seguridad ubicada en Puerta del Sol, fueron rescatados con vida durante un operativo que llevaron a cabo elementos de la Policía Federal y en el que atraparon a cuatro miembros de una banda de plagiarios que permanecían en espera del pago de una fabulosa cantidad que pedían como rescate.

Al anochecer del jueves, los federales ubicaron el domicilio en calle Punta Baja de la colonia Puertas del Sol en el que incursionaron con la intención de rescatar a las víctimas y en la acción lograron también detener a dos hombres y dos mujeres, señalados como los que formaban parte integral de la banda de secuestradores.

La prioridad era poner a salvo y en un lugar seguro a Vanesa N, de 43 años y a Cristian N., de 19, ambos de origen veracruzanos, quienes permanecían desde hacía algunos días privados de su libertad y amenazados con la muerte, en caso de que sus familias no pagaran el rescate que estaban exigiendo.

El domicilio fue sitiado y con movimientos precisos lograron inmovilizar a los secuestradores, mientras procedían al rescate de las víctimas.

Controlado el escenario, los federales procedieron a la lectura de los derechos de los detenidos: María Luisa N., de 38 años, de origen tampiqueña; Jessica N, de 30 años, reynosenses; José N., de 31 años, también de Reynosa y Jesús Manuel N, de 48 originario de ésta ciudad.

Los cuatro fueron puestos en tiempo y forma a disposición de la fiscalía anti-secuestros, así como tres vehículos que les aseguraron y el inmueble que utilizaban como casa de seguridad.

Los dos vehículos que les aseguraron a los supuestos plagiarios son:

1.- Chevrolet modelo 2001, sin placas de circulación

2.- Dodge, también sin placas.

3 .- Otro vehículo marca GMC sin placas de circulación.

Trascendió que las dos personas secuestradas habían sido “levantadas” cuando recién llegaron a Reynosa procedentes de Veracruz, en la central de autobuses.

Tenían ya varios días privados de su libertad, mientras que los secuestradores negociaban con sus familiares su liberación, exigiéndoles una cantidad exagerada.