Mi Reynosa

Desalojan a invasores de predio ajeno

Más de cien familias se quedaron sin un lugar a donde ir al barrer maquinaria con las humildes chozas

  • Por: RUBÉN HERNÁNDEZ OLMEDA
  • 07 JULIO 2018 - .
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Ante la mirada resignada de quienes invadieron por hasta un año un predio propiedad de la empresa Río San Juan, pesadas máquinas limpiaban el área.

Alrededor de un centenar de familias que se habían asentado de manera ilegal en un predio ubicado a espaldas de la colonia Hacienda Las Fuentes Sector Cuatro, fueron desalojadas ayer en un operativo en el que participaron elementos ministeriales, policías estatales así como federales.

Georgina Morales Moreno, dijo estar en desacuerdo con que les hayan destrozado sus casas que habían logrado construir a base de mucho esfuerzo. “Hasta nos robaron, no sabemos quiénes fueron pero se llevaron cilindros de gas y otras cosas que nos eran de mucha utilidad”.

Dijo que ella ya tenía un año de estar viviendo ahí y que está consciente de que estaban en un terreno que no les pertenecía sino que es de una compañía, la Río San Juan.

Para echar abajo las humildes casas, fueron utilizadas varias máquinas pesadas y las construcciones una a una fueron derribadas.

La gran mayoría de las personas que construyeron unas chozas, al momento del desalojo no se encontraban presentes y las que sí, no opusieron resistencia porque reconocen que ya les habían avisado que les darían tres días para retirarse pero no lo hicieron.

Llegaron las buldócer y al momento empezaron a tumbar las casas a medio construir muchas de ellas ante la mirada de elementos policiales.

Otras amas de casas dijeron que una mujer de la que no quisieron dar su nombre, les vendió los terrenos de 20 metros de ancho por 20 de largo a $1,500.00 a sabiendas de que tenían dueño.

Al momento en que se realizó la entrevista con doña Georgina, la mencionada señora no se encontró en el lugar de la que dijeron algunas, ya no regresó tan luego y se dio cuenta de que ya no había nada que hacer.

“Ahora no sabemos a dónde me voy a ir con mis tres hijas y tres nietas. Traté de rescatar algunas de mis pertenencias e incluso hasta huaraches recogí de una de las máquinas pesadas que se encargaron de vaciar lo que quedó de las casas, a grandes camiones que los llevarían con rumbo desconocido”, comentó desolada.

Mientras el equipo pesado realizaba su trabajo de limpieza en el espacioso predio, quienes lo habían invadido, solamente se concretaban a ver como iban quedando solo montículos de tablas lo que momentos antes eran lo que llamaban sus viviendas.

No hubo violencia pero sí nos da mucha tristeza ver cómo nos acabamos de quedar sin un lugar en donde vivir, apuntaron las personas.


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