Cuando no se es valiente se quita el miedo

Entró a la lucha armada por su señora madre.

Cuando la secuestraron, el doctor José Manuel Mireles Valverde, tomó las armas, peleó por su familia, por su pueblo y fundó las autodefensas.

“Enfrentar nuestros temores es descubrir nuestra grandeza”, afirmó ante universitarios, maestros y periodistas Mireles Malverde en la presentación de su libro “Todos somos autodefensas”.

Pero recordó que fue un joven de 14 años quien les demostró en un enfrentamiento con un grupo armado, que se podía quitar el miedo, que cuando no se es valiente, se aprovecha el momento y se toma la decisión de combatir.

De Tepalcatepec, Michoacán, el líder de las autodefensas en México, habló de que esperaban que se les quitara el miedo y les llegara el valor,  pero: “ nunca se les quitaba el miedo y nunca les llegaba el valor”.

En conferencia de prensa el autodefensa recordó que en Michoacán trabajaban tres carteles del narcotráfico” a uno lo protegía el Ejército, a otro la Procuraduría General de la República y a otro, el Gobierno del Estado.

“En cualquier lugar donde opere el crimen organizado, es porque lo permite el gobierno o forma parte de la cúpula del poder”.

Asimismo ante la nutrida concurrencia el doctor Mireles destacó que si se van a castigar los delitos cometidos por los gobiernos de México y que está en preparación una denuncia en la Suprema Corte de Justicia de la Haya.

Y se va a castigar a Enrique Peña Nieto, acotó.

Aclaró que su lucha es por la pacificación, no por un “hueso”, estoy luchando por la vida de mi familia que está en extinción.

“Porque el gobierno no está cumpliendo su tarea”.

EL PRIMER AUTODEFENSA DEL PAIS SURGIO EN TAMAULIPAS

Confiesa que a veces se preguntaba porque surgían las luchas armadas y luego se daba cuenta que por ejemplo en un caso, donde no había ni una p…lagartija salía a relucir una mina de oro por un valor de 39 mil billones de dólares.

Explicó que “hay gente la que cobra muy bien por desestabilizar a nuestro pueblo”, en donde hay recursos naturales.

Integrante de la Cruz Roja Internacional, se la pasaba atendiendo enfermos y curando heridos de bala, Mireles Valverde propone que solamente con diálogos por la paz es que se puede trabajar para alcanzar la paz, con diálogos por la paz entre las familias y las comunidades.

Pero es la gente la que tiene que tomar la decisión, porque nadie de fuera va ha venir a trabajar por la paz, indicó.

Aquí recordó a Don Jesús Garza Tamez el primer autodefensa del país que ofrendó su vida por defender su patrimonio.

Se tiene que trabajar por el estado de derecho, porque la guerra nunca nadie la va a ganar.

Recordó que allá en Michoacán ya el conflicto ha costado dos mil 800 vidas, comenzaron con 80 combatientes y luego sumaron 25 mil, pero se perdieron ya dos mil 800 vidas y tienen 4 mil 500 huérfanos.

En la guerra nadie gana, todos pierden, desde la Independencia hasta la Revolución Mexicana, los sobrevivientes eran tan pendejos que se mataron entre ellos mismos.

Reiteró que las armas nunca es el camino mas adecuado para resolver los problemas.

Reconoció  que el camino de las armas en Michoacán no fue lo correcto.

El gobierno tiene que hacer su tarea, porque no la está haciendo, los funcionarios son los empleados del pueblo.

Mireles Valverde es un sobreviviente de 7 emboscadas, dos balazos y tiene 48 placas y tornillos en la cabeza.

Niega que esté buscando una senaduría o una diputación.

El líder autodefensa acudió a la cita vestido con el chaquetín blanco propio de los médicos, un sombrero negro y en uno de los dedos de la mano izquierda un anillo que simboliza la masonería.

“Vengo a despertar conciencias a que se unan, que hablen, que no griten solos, si gritan solos les va a ir muy mal”.

Recordó el poema del pastor luterano alemán Martín Niemoller: ““Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista.

Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío.

Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí.”.

Porque pensaba: “ que hicieran lo que quisieran, mientras no se metieran conmigo”.

Al final firmó su libro “Las autodefensas” y se tomó fotografías con los asistentes.