La mueve el amor
Anciana trabaja como estatua todos los días para alimentar a su nieto de dos años

La abuela. La anciana ya ha sido reconocida en su esquina por los peatones que pasan allí a diario, pero nadie conoce su historia real y cómo lo hace para sobrevivir cada día con algunas monedas. En cuanto a Reihan, su abuela asegura que el verlo saludable y alimentado es lo único que la motiva a trabajar y mientras estén juntos se asegurará de tenerle al menos su plato de arroz diario.
El amor de un abuelo hacia sus nietos puede ser, sin objeciones, uno de los más fuertes vínculos familiares; y para una anciana en Malasia significa, incluso tener que volver a ejercer como madre, luego que su hija con su pareja se divorciaran y dejaran al bebé producto de la relación en total abandono.
Ahora para alimentar al niño, la mujer de 60 años tiene que trabajar a pleno sol, todos los días en la calle.
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