¡Enséñales a comer saludable!

Lograr que los niños coman saludable y balanceado puede ser una pesadilla para sus padres. Por ejemplo, en muchas ocasiones, los pequeños rechazan las verduras y los alimentos ricos en proteínas. Por eso, expertas te dicen cómo involucrarlos en la cocina, a fin de que tengan una dieta deliciosa y nutritiva.

“El principal error es catalogar todos los ingredientes y comidas. Lo primero es quitarnos la idea de que hay alimentos buenos y malos, ricos o desagradables. Simplemente, existen algunos con mayor contenido nutrimental y aquellos abundantes en calorías vacías.

“Hay que educar con límites. Si a los niños les empezamos a prohibir ciertos alimentos o los forzamos a que ingieran otros, podría ser el inicio de un desorden alimenticio. Debemos darles la mejor calidad y que ellos decidan la cantidad porque, a veces, se les obliga a comer porciones abundantes y, claro, acaban detestando ese platillo”, indica la nutrióloga Isabel Casas-Alatriste, health coach por el Instituto para la Nutrición Integrativa de Nueva York.

NO LOS OBLIGUES A COMER

Por otro lado, Mercedes López Birlain, health coach y autora del recetario Lonches Saludables, invita a no decirles a los niños si algo es sabroso o no, con lo cual dejaremos que ellos formen su propio criterio. De lo contrario, si a los padres no les gusta el brócoli o las menudencias, no se los darán a sus hijos asumiendo que tampoco les gustarán.

“Un niño necesita tener más de 20 exposiciones al mismo alimento para determinar si lo acepta o no. Entonces, si a la primera dice que no le gusta la zanahoria, la próxima vez ya no se la des en ensalada, sino en crema.

“Invítalos a que cocinen contigo. Así, tendrán un acercamiento con la comida y curiosidad de probar. Enséñales a través de los colores, texturas y procedencia de cada ingrediente. Asimismo, hagan preparaciones llamativas: en el caso de las verduras al vapor, no deben estar más de 10 minutos en la lumbre, para que conserven sus colores originales y estén crujientes. De lo contrario, no serán apetecibles”, señala López Birlain.

EVITA SU CONSUMO

Las especialistas coinciden en que es fundamental saber leer las etiquetas de los productos antes de adquirirlos. Los ingredientes a evitar en la dieta de tus hijos son edulcorantes, glutamato monosódico, colorantes artificiales, aceite vegetal hidrogenado, sulfitos, nitratos, cafeína, jarabe de maíz de alta fructosa, jarabe de fructosa, carragenina y benzoato de sodio, principalmente.

“En la actualidad, los alimentos incluyen muchos químicos y están genéticamente modificados para evitar que, por ejemplo, las plagas se los coman o que las manzanas o aguacates se oxiden. La cáscara de una manzana puede tener entre 20 y 30 sustancias químicas, mientras que las frutas con cáscaras más delgadas son las que contienen más pesticidas. Lo ideal sería consumir alimentos orgánicos”, considera Casas-Alatriste.

ALIMENTOS ORGÁNICOS

Al tener metales pesados en los alimentos, tales como plomo, mercurio, cobre o manganeso, los seres humanos son más propensos a padecer diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias o neurológicas.

“Los alimentos orgánicos contienen mayor valor nutrimental, sabores más intensos y puros. Los animales reciben un trato más digno pues, al tener una agricultura orgánica, existe un menor daño al planeta y se fomenta el comercio justo entre la economía del campo, por mencionar algunas ventajas.

“Lo cierto es que los orgánicos tienen precios más elevados por el proceso que llevan, pero no lo veas como un gasto, sino como una inversión. Eso sí, es necesario hacer una transición paulatina a los productos orgánicos, tampoco se trata de consumir una dieta 100% orgánica de un día a otro. Intégralos a tus platillos poco a poco”, finaliza López Birlain.