Viajan Astros con vida gracias a José Urquidy

Ciudad de México

José Hernández Urquidy conoce de memoria los 159 kilómetros que separan Mazatlán, Sinaloa de Acaponeta, Nayarit. 

Entre 2012 y 2015, cada fin de semana tomó un camión desde su ciudad natal hacia el municipio nayarita para jugar con los Cachorros, filial de Sultanes de Monterrey con la que lanzó sus primeros pitcheos como profesional. 

En aquella época, con Alma, su madre, insistente en que José terminara la preparatoria, Sultanes había sido paciente con un lanzador que consideraban excepcional para su corta edad. 

Urquidy, quien utiliza su apellido materno en el uniforme por decisión propia, finalmente firmó con Monterrey en 2015 y, cuatro años después, se convirtió en el tercer mexicano en ganar un partido de Serie Mundial. 

Fue en su temporada de debut, con apenas 9 juegos iniciados en Grandes Ligas, cuando secó a la ofensiva de Washington en el Juego 4 del Clásico de Otoño. 

La noche del miércoles, José se alzó como el único tricolor con dos victorias en Serie Mundial, y ayer, recorrió los mil 276 kilómetros que distancian Houston de Atlanta como el héroe que igualó a una victoria por bando la eliminatoria, para que los Astros tengan vida ante unos Bravos que esperan ganar los siguientes tres juegos en casa.