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¡Un triunfo ´a la diabla´!

Los Diablos Rojos hicieron valer su localía y con una espectacular remontada en el Harp Helú se quedaron con la ´Guerra Civil´

  • Por: EL UNIVERSAL
  • 26 MAYO 2025 - 03:18 p.m..
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Ciudad de México

El tercer duelo de la serie entre los Diablos Rojos del México y los Tigres de Quintana Roo tuvo a los asistentes al estadio Alfredo Harp Helú al borde del asiento, a la espera del batazo que sentenciara.

Y llegó. Con casa llena en el noveno inning y tras un error de José Rondón en la parte alta, que tenía a los Pingos contra las cuerdas, Robinson Canó se plantó en la caja de bateo con un parque de pelota entregado, para lograr el triunfo "a la diabla".

Daniel Cornejo no pudo apagar el cohete que disparó el veterano hacia el jardín izquierdo. Una vez que la pelota tocó el césped, el júbilo estalló. Juan Carlos Gamboa y Francisco Mejía pisaron home, para dejar tendidos a los felinos y quedarse así con una disputada serie en casa.

"Me encantan este tipo de situaciones", confesó Canó.

El dominicano sabía que la pizarra estaba 2-1 en favor de los felinos y buscar el cuadrangular podría ser contraproducente para la causa capitalina.

"Primero, hay que pensar en las pequeñas cosas, que es dar el batazo para empujar la carrera, por lo menos, del empate. Gracias a Dios, fue un batazo fuerte y pude volar al left field", añadió, con mucha emoción.

El ambiente que se vivió en el Harp Helú durante los tres días de la exGuerra Civil fue único. La afición de los Tigres se hizo sentir en casa ajena y Canó se atrevió a comparar el ambiente con lo que atestiguó en sus años como Yankee de Nueva York.

El tercer duelo de la serie entre los Diablos Rojos del México y los Tigres de Quintana Roo tuvo a los asistentes al estadio Alfredo Harp Helú al borde del asiento, a la espera del batazo que sentenciara.

Y llegó. Con casa llena en el noveno inning y tras un error de José Rondón en la parte alta, que tenía a los Pingos contra las cuerdas, Robinson Canó se plantó en la caja de bateo con un parque de pelota entregado, para lograr el triunfo "a la diabla".

Daniel Cornejo no pudo apagar el cohete que disparó el veterano hacia el jardín izquierdo. Una vez que la pelota tocó el césped, el júbilo estalló. Juan Carlos Gamboa y Francisco Mejía pisaron home, para dejar tendidos a los felinos y quedarse así con una disputada serie en casa.

"Me encantan este tipo de situaciones", confesó Canó.

El dominicano sabía que la pizarra estaba 2-1 en favor de los felinos y buscar el cuadrangular podría ser contraproducente para la causa capitalina.

"Primero, hay que pensar en las pequeñas cosas, que es dar el batazo para empujar la carrera, por lo menos, del empate. Gracias a Dios, fue un batazo fuerte y pude volar al left field", añadió, con mucha emoción.

El ambiente que se vivió en el Harp Helú durante los tres días de la exGuerra Civil fue único. La afición de los Tigres se hizo sentir en casa ajena y Canó se atrevió a comparar el ambiente con lo que atestiguó en sus años como Yankee de Nueva York.


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