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El cura pederasta y su álbum porno

Condena histórica de 63 años de prisión en México contra un sacerdote por abusar de un niño hace más de 20 años

  • Por: AGENCIAS
  • 15 MARZO 2018 - .
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El sacerdote Carlos López Valdez acaba de ser condenado a 63 años de prisión por las violaciones a un niño entre 1994 y 1998.

Ciudad de México

Por primera vez en México, un sacerdote recibió sentencia condenatoria por abusar de un menor de edad durante cuatro años. 

Al respecto, la Arquidiócesis Primada de México ratificó el dictamen de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y manifestó disponibilidad para colaborar con las autoridades.

A través de un comunicado expresó solidaridad con Jesús Romero Colín, la víctima, y con su familia.

La Arquidiócesis, que encabeza el arzobispo Carlos Aguiar Retes, aseguró que no estará conforme hasta erradicar estos actos de la Iglesia católica. 

“Como ha dicho recientemente el Papa Francisco, esta es una de las prioridades de la Iglesia. No hay lugar en el ministerio para los que abusan de los menores, ratificamos nuestro criterio de actuación de tolerancia cero ante estas situaciones, y de la necesidad de informar, reconocer el mal y de pedir perdón”, expresó.

LA VÍCTIMA

Tras una larga lucha para conseguir una sentencia, la víctima de esos abusos, Jesús Romero Colín, quiso recordar a aquellas instituciones que estuvieron protegiendo al sacerdote de la justicia.

“La sentencia habla de la gravedad de los delitos que ese sacerdote hizo en mi contra”, dice Jesús Romero Colín, víctima que lleva años luchando para conseguir se condene al sacerdote que abusó de él. 

“Son casi 10 años de lucha para conseguir justicia”, agrega y después guarda silencio al otro lado del teléfono. El fallo fue emitido el pasado 8 de marzo pero se conoció este martes.

Romero era el personaje central del documental ‘Agnus Dei’ (Cordero de Dios), de la cineasta y documentalista mexicana Alejandra Sánchez. 

La cinta constituyó en aquel entonces una denuncia, un grito de agonía para detener la pederastia del clero en México, un reclamo, un llamado de atención que, cuando fue exhibido en las salas de cine, dejó boquiabiertos a un público que no lograba comprender la gravedad de un escándalo que ha hecho tambalear a la Santa Sede.

En ‘Agnus Dei’ Romero narró los abusos a que fue sometido entre 1994 y 1998 por el presbítero Carlos López Valdés cuando tenía entre 11 y 16 años, la difícil y compleja lucha de todos los días para vencer los traumas y lesiones causadas por las reiteradas violaciones sexuales, la pérdida de la inocencia de un niño y la búsqueda del sacerdote por todas las parroquias de México para mirarlo a la cara y pedirle explicaciones.

A LOS 11 AÑOS

Romero Colín detalló que todo comenzó en 1994, cuando él tenía 11 años y López Valdez era el párroco de la iglesia de San Agustín de las Cuevas ubicada en Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.  

Por consejo de su madre, Jesús se inició como monaguillo y a los pocos meses su sueño ya era ser sacerdote, debido a ello comenzó a ir a las clases acólitos. Carlos López Valdez le ofreció a la familia de Jesús que el menor pudiera estar en la parroquia para hacer tareas y hasta comer.

Con 11 años, Jesús realizaba sus tareas en la parroquia, al terminarlas pasaba a la recamara del sacerdote para ver televisión.

Romero Colín relata en el documental que llegaba el cura y comenzaba a jugar con él: López Valdez le hacía cosquillas a Jesús que pasaban a roces y nalgadas, hechos de los que el menor no se inmutaba, pues lo veía como parte del “juego”.

Posteriormente, Carlos López Valdez les pidió permiso a los papás de Jesús para que él y su hermana fueran a una casa que el religioso tenía en Morelos.

Ya en la casa morelense del sacerdote, a la hora de dormir, López Valdez le dijo a Jesús que ambos dormirían en la misma cama.

Para dormir, el menor se puso su pijama, sin embargo, el cura le dijo que no, que era antihigiénico, por lo que en su inocencia Jesús accedió y se lo quitó. Al día siguiente, el imaginario de Jesús le decía que todo había sido un sueño, que estaba dormido, idea que se hizo sólida ante el silencio del religioso.

Nada más pasó, sino hasta la semana siguiente, cuando hurgando entre los libros del cura encontró una revista pornográfica homosexual.

Ahí comenzó la culpa y el miedo “a enfrentarlo, a decirle a que no, a contarle a mis papás, a que pensaran mal de mí, a que dijeran que yo lo había provocado”. La relación que el sacerdote tenía con la familia de Jesús era tal que Carlos López Valdez llegó a cenar en navidad con ellos.

Tras una de esas cenas, el sacerdote se llevó a Jesús a dormir con él, con el permiso de sus padres, abusando sexualmente de él otra vez.

Años después, Jesús decidió a denunciar al sacerdote.

El 27 de agosto de 2016, López Valdez fue arrestado en su casa de Jiutepec, Morelos, donde comenzó los abusos contra Romero Colín.

Acusado de violación, fue trasladado al Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, donde ya cuenta con una sentencia que lo mantendrá tras las rejas lo que le queda de vida.  

LAS 800 FOTOS

Como parte de las pruebas contra Carlos López Valdez, la defensa de Jesús Romero Colín entregó a la PGJCDMX 800 fotografías.

Dichas imágenes muestran al sacerdote teniendo relaciones sexuales con Jesús y otros jóvenes.

Jesús busca que la iglesia le pague el daño, ya que la sentencia obliga al sacerdote a indemnizar a la víctima con sólo 75 mil pesos.

Además, exigirá a la PGJCDMX una disculpa pública del su titular Rodolfo Ríos por tardarse 10 años en resolver su caso.

En 2013, Jesús envió una carta al Vaticano dirigida al Papa Francisco, en la cual detalló su caso, así como la impunidad de la que gozaba el sacerdote pederasta.

En respuesta, el pontífice le manifestó, en una carta escrita con su puño y letra, que sentía “dolor” y “vergüenza” por su caso, pidiéndole “perdón en nombre de la Iglesia”.

Tras darse a conocer la sentencia del López Valdez, Jesús y sus abogados realizaron una conferencia de prensa en la sede del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos). Ahí acusaron a autoridades eclesiásticas y capitalinas de entorpecer el proceso legal en contra del religioso.

Por su parte, Luis Ángel Salas, abogado de Jesús, relató: “íbamos al Ministerio Público y simplemente nos decía ´es que no tenemos el expediente´, otras veces nos decían ´vengan tal día´ llegábamos el día que nos citaban y nos decían ´miren, ¡qué creen! que el MP se fue de vacaciones así que no lo podemos atender´, en otro momento llegábamos y nos decían los diferentes servidores públicos en el momento de la averiguación que no habían leído el expediente”.


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