¡Al toro por los cuernos!

Monterrey, NL

Los Sultanes de Monterrey tomaron por los “cuernos” a los Toros de Tijuana...

La novena regia (23-10) impuso su condición de líder en la Zona Norte de la Liga Mexicana de Beisbol, para derrotar fácilmente en su propia casa a unos grises Toros, por pizarra de 10-1. 

La fiesta para los Sultanes inició en la segunda entrada, cuando Ricky Álvarez mandó a la calle la pelota para marcar el 1-0. 

En la tercera vino un rally de cuatro; Ramiro Peña pegó un doblete productor para mandar a Arturo Rodríguez a home (2-0), después Agustín Murillo pegó una bola de sacrificio y remolcó a Chris Roberson para el 3-0, mientras que Ricky Álvarez también empujó la bola y mandar a Ramiro Peña por la cuarta.

Los bates regios siguieron la fiesta y completaron la paliza a los Toros.

Hoy miércoles se efectuará el segundo juego de la serie ante los Toros, en punto de las 21:35 horas.

SACAN LOS CAÑONES ANTE LOS DIABLOS 

Con los cañonazos de Olmo Rosario, los Piratas de Campeche hundieron a los Diablos en el arranque de la serie (1-0) en el Estadio Fray Nano.

Durante sus cinco apariciones en la caja de bateo, el jardinero izquierdo dominicano remolcó media decena de anotaciones para mandar por la borda al México, que cayó 13-12 para sumar su tercera derrota consecutiva.

Tras una mala salida del abridor rojo, Marco Duarte, el lanzador Sergio Valenzuela (0-1) entró al relevo para intentar contener el ataque filibustero, pero terminó por cargar con el revés; Francisco Campos, de Campeche, firmó su primera gloria de la temporada (1-1).

El México dejó su marca en 21 victorias y 13 caídas para mantenerse en el tercer puesto de la Zona Sur; mientras que los corsarios del sureste continúan en el penúltimo lugar del mismo sector con marca negativa (13-20).

A pesar de que los Pingos tomaron la ventaja con rally de cinco carreras, encabezado por David Vidal con un bambinazo de dos rayitas, los visitantes siempre mantuvieron la espada desenvainada.

Por ello, después de varias volteretas, los Piratas se enfilaron a la gloria con un racimo de seis anotaciones en el quinto inning.

Pese a los intentos infernales por emparejar las acciones, Pedro Rodríguez se apuntó el salvamento.