Sewell, el pueblo fantasma de Chile
La lejanía del lugar, en las laderas de la Cordillera de los Andes, no fue tan inusual como para que la Braden Copper Company estableciera allí su negocio tras ver su gran potencial de ingresos.

El pueblo minero de Sewell se encuentra a más de 2180 metros de altura y es tan empinado que ni camiones ni automóviles pueden atravesarlo.
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Debido a la dificultad para llegar hasta el lugar, y mucho menos para maniobrar en sus alrededores, los ingenieros municipales de Sewell lo diseñaron en torno a una escalera central (Escalera Central), que se proyectaba directamente desde la estación de tren en la base y atravesaba la ladera. Desde este punto, se extendían escaleras y pequeños senderos para el paso exclusivo de peatones. La creatividad de este diseño le valió el apodo de Ciudad de las Escaleras. La compañía minera construyó residencias alrededor para sus trabajadores; en esencia, un pequeño pueblo. Debajo de ella se convertiría en la mina subterránea de cobre más grande del mundo, El Teniente. Para evitar la monotonía de la sierra, los edificios se pintaron con colores vibrantes. Había plazas para pasear, áreas de juegos infantiles, un club social, comercio general y un teatro. El negocio prosperó durante 60 años y se expandió hasta llegar a albergar a más de 15.000 habitantes en 1968.
Foto de archivo de Alamy
En la historia del pueblo minero de Sewell se registraron dos grandes tragedias. La primera fue la avalancha que mató a 102 personas el 8 de agosto de 1944. Al año siguiente, se produjo un incendio dentro de la mina El Teniente mientras los mineros estaban de guardia. Se denominó el incidente de El Humo, que asfixió a 355 hombres atrapados, incapaces de escapar de las profundidades de la mina envuelta en monóxido de carbono. Fue el accidente minero más terrible jamás registrado en la historia de Chile.
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Pero mientras el negocio marchara bien, ninguna tragedia impediría que sus habitantes regresaran a trabajar. Lo que posteriormente destruyó la mina Sewell fue la nacionalización del gobierno de Allende. La propiedad estatal durante más de seis años resultó más letal para el sitio que todas sus tragedias, y la gente fue expulsada gradualmente de Sewell. El gobierno comenzó su demolición, pero desistió de sus planes en la década de 1980. Sewell fue declarado Monumento Nacional (1998) y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006. Ahora, las estructuras de color lívido de Sewell están casi como nuevas. Se ha construido un museo con fines educativos y para la posteridad.
Lo que debes saber antes de ir
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