Arqueólogos descubren los antiguos secretos del Salón del Rey Arturo
Enclavado en el escarpado Bodmin Moor, en Cornualles, el Salón del Rey Arturo ha intrigado a historiadores y lugareños durante siglos.

La construcción del Salón del Rey Arturo, que presenta una disposición rectangular con terraplenes y revestimiento de piedra, no tiene paralelos conocidos en la arquitectura neolítica.
Un estudio reciente de la Unidad Arqueológica de Cornualles (CAU) reveló que sus orígenes se remontan al Neolítico, hace aproximadamente entre 5000 y 5500 años. Este descubrimiento sitúa su construcción en la misma época que Stonehenge, lo que refuta la creencia previa de que se trataba de una estructura medieval construida alrededor del año 1000 d. C.
El Salón del Rey Arturo es un recinto rectangular de 47 metros de largo y 19 metros de ancho, rodeado por un terraplén de tierra y piedra. A lo largo del terraplén interior se encuentran 56 piedras verticales, u ortostatos, algunas de las cuales aún se mantienen en posición vertical y alcanzan alturas de hasta 1,8 metros. Sin embargo, muchas de estas piedras yacen planas o precariamente inclinadas, y es posible que haya más enterradas bajo la superficie.
La disposición es única, con su forma rectangular que difiere de las disposiciones circulares típicamente asociadas con los yacimientos neolíticos. Su orientación norte-sur y sus características distintivas han desconcertado a los investigadores durante mucho tiempo. Aunque se creía que la estructura era un recinto ganadero medieval, su diseño preciso y el uso de menhires apuntaban a un origen mucho más antiguo. Los nuevos hallazgos confirman estas sospechas, reescribiendo su lugar en la historia.
Datación Del Monumento
La CAU analizó muestras de suelo del terraplén mediante técnicas avanzadas de datación por luminiscencia ópticamente estimulada (OSL). La OSL mide la última vez que el suelo estuvo expuesto a la luz, lo que proporciona una fecha de construcción precisa. Los resultados revelaron que el terraplén se construyó a finales del IV milenio a. C., lo que confirma su origen neolítico.
Pruebas adicionales, incluida la datación por radiocarbono de materiales orgánicos, mostraron evidencia de actividad en el yacimiento durante períodos prehistóricos y medievales posteriores. El relleno del recinto comenzó hace aproximadamente 2000 a 2500 años, y el yacimiento fue reutilizado en la época medieval, posiblemente como corral o depósito para la minería de estaño. Estos hallazgos ponen de relieve la larga historia de uso y adaptación de la estructura.
El Papel Del Salón Del Rey Arturo En La Vida Neolítica
El verdadero propósito del Salón del Rey Arturo sigue siendo un misterio. Su construcción, con una planta rectangular con terraplenes y revestimiento de piedra, no tiene paralelos conocidos en la arquitectura neolítica. Las piedras verticales y un interior posiblemente pantanoso sugieren que podría haber sido un lugar sagrado. Los arqueólogos especulan que pudo haber sido utilizado para rituales, reuniones o ceremonias, aunque su función exacta en la sociedad neolítica no está clara.
Durante la época medieval, el sitio adquirió funciones más prácticas. La dependencia de Cornualles de la agricultura y la minería concuerda con la teoría de que el recinto servía como estanque o embalse para el ganado. Estos usos posteriores enriquecen su narrativa histórica, reflejando las necesidades cambiantes de la comunidad circundante.
Desafíos En La Preservación
A pesar de su importancia histórica, el Salón del Rey Arturo se enfrenta a numerosos retos de conservación. La erosión causada por el tráfico humano, el pastoreo del ganado y la vegetación descuidada han puesto el sitio en peligro. Historic England lo ha incluido en su Registro de Patrimonio en Riesgo, lo que subraya la necesidad de implementar medidas de conservación inmediatas.
Se están desarrollando planes para desarrollar una estrategia de gestión que salvaguarde el sitio para las generaciones futuras. Esto incluye la reparación de las cercas dañadas para prevenir una mayor erosión y limitar el acceso a zonas especialmente vulnerables. La confirmación de sus orígenes neolíticos ha reavivado el interés por la preservación de este extraordinario monumento, garantizando su permanencia como un valioso monumento cultural.
Gracias a estos esfuerzos, el King Arthur's Hall puede pasar de ser un sitio misterioso a una pieza célebre de la historia antigua de Gran Bretaña, ofreciendo información sobre la vida hace miles de años.
El Salón del Rey Arturo es un recinto rectangular de 155 pies de largo y 65 pies de ancho, rodeado por un terraplén de tierra y piedra.
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