Sin atender socavón en la colonia Ferrocarril
A dos meses y medio del hundimiento en la lateral del canal Anzaldúas

El tremendo socavón que se formó a la altura de la colonia Ferrocarril Poniente sigue ensanchándose ante apatía de autoridades.
A casi dos meses y medio de haber aparecido tremendo socavón en uno de los taludes del canal Anzaldúas, a la altura de la colonia Ferrocarril Poniente, hasta el día de ayer ninguna autoridad había demostrado interés por resolver el latente problema y, tal vez, estén esperando a que ocurra una desgracia para intervenir.
Como resultado de las tormentas que azotaron a Reynosa a finales de marzo pasado y a la crecida del nivel de agua del referido afluente, el canal se "tragó" parte del talud junto con una parte importante de la carpeta asfáltica, por lo que prácticamente sólo un carril de la arteria es utilizado.
"El peligro de que algún automovilista pueda caer al profundo pozo es mayor en horas de la noche, pues por ahí ni siquiera alumbrado público hay", dijo Sotero Leija, quien aseguró vivir por la zona.
Es peligro constante, tanto para conductores así como para personas que casi pasan a unos centímetros del socavón que sigue creciendo y, con ello, está restando espacio para el tránsito de vehículos comunes, así como del transporte público, camiones materialistas y repartidores de agua purificada.
"Seguramente, las autoridades municipales están esperando que ocurra una desgracia para tomar la decisión de trabajar en la solución del grave y peligroso problema", señaló el vecino del lugar.
De acuerdo con comentarios hechos, hasta el momento solamente han venido a tomar fotografías del municipio, pero ni Protección Civil y Bomberos se ha acercado para, por lo menos, instalar algún señalamiento de prevención y alerta para automovilistas y peatones.
La apatía mostrada por las autoridades genera un clima de honda preocupación entre quienes viven en colonias como Módulo 2000, ejido Rancho Grande, Constitución y la Ferrocarril Poniente.
Uno de los vecinos del sector dijo no descartar la posibilidad de que el municipio esté esperando a que ocurra una tragedia para intervenir.
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