¡Sin gente, sin goles, sin pasión!

Ciudad de México

Las Águilas del América no pasaron del empate sin goles y de un gradual aburrimiento, en el Olímpico Universitario, aunque los Pumas de la UNAM se llevaron la peor parte en la segunda fecha de la Copa por México, tras las lesiones de dos de sus elementos más férreos: Sebastián Saucedo y Nicolás Freire. 

Ni el debut de Alfredo Talavera fue motivo de festejo para los felinos, que —al igual que las Águilas— se quedaron lejos de la intensidad mostrada el 6 de marzo, cuando igualaron dramáticamente, por 3-3, en este mismo recinto.

El dominio comenzó por el bando auriazul, con un lúcido Saucedo, quien disfrutaba del caos en la defensa rival. Y si bien generaron oportunidades ante las constantes faltas, fallaron con la puntería.

Pese a que se trata de un torneo de pretemporada —sin gente, por la contingencia de coronavirus— los saludos de buena suerte entre los entrenadores Miguel González y Miguel Herrera duraron poco, porque a los 17 minutos ambas zonas técnicas ya peleaban.

Fueron 20 minutos de protagonismo puma, hasta que su mejor elemento resintió el clásico. Saucedo, con la mano en el muslo izquierdo y un gesto de dolor, dejó el terreno de juego. Desde ese momento, la tendencia en Ciudad Universitaria se pintó azulcrema y la exigencia se cargó sobre la cabaña de su nuevo arquero, Talavera, quien titubeó en un par de ocasiones, mientras que Óscar Jiménez, cancerbero americanista, dejó de ser acosado por Juan Dinenno y Favio Álvarez.

Para la segunda mitad y con el cambio del equipo, excepto el guardameta, el Piojo reapareció a Federico Viñas. Pero la intensidad siguió en picada. La voz más escuchada era del timonel águila, quien —enardecido y sin cubrebocas— repartió gritos al arbitraje hasta el final. 

HERRERA CONTINÚA VIOLANDO PROTOCOLO

Miguel Herrera, director técnico del América, no respetó el protocolo sanitario, pues se mantuvo dando indicaciones sin cubrebocas. Lo peor de todo fue que el “Piojo” se encaró con el cuerpo técnico rival, olvidándose también de la sana distancia.

El técnico azulcrema tuvo que ser calmado por el cuarto árbitro, tras intercambiar gritos con el preparador físico auriazul, Enrique Sanz.

Herrera tuvo que ser calmado por su contraparte ‘Míchel’, quien sí cumplió con mascarilla todo el tiempo.