Vendía sándwiches para recibirse de enfermero

No todos tienen la posibilidad de estudiar en la universidad. A veces los precios de las carreras son elevados y es muy difícil -e incluso imposible- pagarlos. Por eso muchos chicos deben buscar trabajo de medio tiempo para poder financiar sus propios estudios y así cumplir sus sueños.

Tal como le sucedió a Fabián, un joven argentino que soñaba con recibirse algún día de enfermero, pero su panorama financiero no era muy alentador… menos cuando perdió su trabajo.

Sin embargo, no se quedaría de brazos cruzados mientras se le desvanecía la oportunidad de lograr el sueño que había perseguido desde muy chico, cuando su madre estuvo mucho tiempo internada en un hospital por problemas renales y él se interesó por el mundo de la salud.

Así que decidido a doblarle la mano al destino, salió a buscar trabajo relacionado con la enfermería. Pero como era estudiante aún, solo le ofrecían puestos de cuidador, muy mal pagados. Y además de costear sus estudios, debía enviarle a su familia en Corrientes algo de dinero.

Así fue quedando casi sin fondos, hasta que se atrevió a invertir el poco dinero que tenía: compró una conservadora y luego fue a uno de los negocios de su barrio y encargó 30 panes grandes y 30 láminas de jamón y queso.

Al día siguiente compró bolsas, servilletas, armó los panes y salió a vender al metro de la línea A en Buenos Aires. Y aunque generalmente los vendía todos, había algunos días más malos en que le sobraban panes o lo expulsaban del lugar, pero siempre contó con el apoyo de sus conocidos.

“Muchas veces que me iba mal vendiendo o cuando me sacaban (del subte) muchos de mis compañeros que estudiaban conmigo, que ahora son colegas míos enfermeros, me compraban ellos mismos los sándwiches, me ayudaban”, contó Fabián, quien ahora está próximo a recibir su título de enfermero.