Mi Reynosa

Presente la tradición de volver a gritar con fuerza ‘¡Viva México!’

Nadie obliga a adultos o niños a que se vistan de la época de la Independencia, pero deleitan a maestras y madres de familia

  • Por: CARLOS PEÑA
  • 15 SEPTIEMBRE 2018 - .
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En el mercado Zaragoza abundaron las ventas de vestidos típicos para festejar la independencia.

Nadie les pide que se vistan de caballerangos, ni de cadetes, ni de “adelitas”, mucho menos de guerrilleros independentistas, pero en escuelas, oficinas, centros comerciales y puestos de tacos lucen faldas, pantalones y peinados de colores verde, blanco y rojo.

Pañuelos, rebozos, pañoletas, gorros, kepis, sombreros de palma: chicos y grandes.

Cananas al pecho, tiras de balas, pistolas, rifles de juguete o de a deberás el viejo máuser o el 30 -30.

El Viva México, las cadenas de papel maché, el escudo nacional de plástico colgado de postes, paredes y puertas, asimismo las figuras de Niños Héroes, Doña Josefa Ortiz de Domínguez, de Miguel Hidalgo, Morelos e Ignacio López Rayón.

Las representaciones teatrales en las escuelas hacen las delicias de las maestras y madres de familia.

En todas partes la música de mariachi, el Huapango Moncayo y …crisol de ritmos.

Una tendencia de tres colores representado en “pintacaritas”, ventanas y automóviles.,

Banderas de México en vehículos, casas y dependencias oficiales. En tiendas de ropa, supermercados y locales del mercado Zaragoza abundaron las ofertas de vestidos típicos para festejar las fiestas de independencia.

La publicidad en Estados Unidos y en este lado de la frontera las estaciones de radio, televisión y prensa descrita no se queda atrás: !Venta de independencia! Oferta de Independencia! 

Luego las compras para la cena del “Grito de Independencia” en colonias populares, clase media y sectores residenciales: carne deshebrada para menudo, pozole, tacos, enchiladas y tamales: igualmente cerveza, tequila, agua mineral y sangría.

Sin dejar de lado la limonada, agua de melón y de sandía en garrafones de vidrio o de plástico con una enorme cuchara para servir y que no “falte nadie”.

Así abuelos y abuelas, papá y mamá, tíos y tías, jóvenes, adolescentes y niños todos juntos en una celebración patriótica, nacionalista y de fidelidad.

Unos se dan cita frente a la presidencia municipal, y otros se dan cita en sus casas, igual como un ritual, como metido en la sangre, la tradición de volver a gritar con fuerza  “Viva México!”.


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