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¿Y qué sabrá la ciencia de sexo?

Mejorar la vida íntima es una preocupación colectiva. Esto han alumbrado al respecto los estudiosos del mundo.

  • Por: POR AGENCIAS
  • 24 SEPTIEMBRE 2015 - .
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Si uno valora la satisfacción sexual basándose en los estándares de una película pornográfica, todo quedará reducido a tamaños, tiempos y frecuencias.

Si uno valora la satisfacción sexual basándose en los estándares de una película pornográfica, todo quedará reducido a tamaños, tiempos y frecuencias. Pero si uno tiene cierta experiencia en estos lares (y un poco de cabeza), descubrirá que su satisfacción poco tiene que ver con las cifras, sino más bien con las emociones, sensaciones y, por supuesto, con lo que nuestro cuerpo nos permita. Resultan determinantes los factores psicológicos y fisiológicos. ¿Cuáles en concreto? Como esta no es una pregunta individual, sino universal, la ciencia también se ha ocupado de buscar respuestas. Estas son algunas de sus afirmaciones, que, por supuesto, cada uno puede usar en su propio beneficio.

1. La madurez femenina es un valor al alza. Se dice que el sexo es cosa de jóvenes, pero, en realidad, la ciencia apunta a que la satisfacción sexual, sobre todo en las mujeres, aumenta con la edad. Esta era la idea que manejaron investigadores de la Universidad de California en un estudio publicado en American Journal of Medicine. Su trabajo consistió en evaluar la actividad y la satisfacción sexual de un total de 806 mujeres con una media de edad de 67 años. El 61% de ellas afirmó sentirse satisfechas sexualmente, un porcentaje que aumentaba con la edad. Investigadores de Luisiana, Florida y Baylor, por su parte, estudiaron la vida sexual en parejas casadas, concluyendo que a los 50 se volvía a encender la chispa.

2. La salud cardiovascular también se nota en la cama. Sabemos que el orgasmo mejora algunos indicadores de la salud, pero la otra perspectiva es analizar cómo nuestra salud afecta a la sexualidad. Según los resultados de la Encuesta Nacional de Actitudes Sexuales y Estilos de Vida, realizada en Reino Unido y publicada en The Lancet, la mala salud se asocia con la disminución de la actividad y la satisfacción sexual en todas las edades, y para colmo pocas personas buscan ayuda clínica sobre este aspecto.  

3. Los tacones altos no ayudan. La revista Time se hacía eco de los aspectos más llamativos del libro Vagina: una nueva biografía de la sexualidad femenina, de Naomi Wolf, basada en los estudios del ginecólogo Eden Fromberg. Entre las diversas conclusiones del libro, destacaba el hecho de que llevar tacones se relaciona con tener una mayor dificultad para alcanzar el orgasmo, no para el hombre (y no digamos si es fetichista), sino para la mujer.

4. El sudor del hombre estimula a la mujer. Según el estudio publicado en The Journal of Neurosciencie, el líquido que segregan las glándulas del varón puede alterar los niveles de cortisol (hormona) en la fémina, predisponiéndola al sexo. 

5. Disfrutamos más del sexo con una pareja estable. La tendencia biológica del ser humano al desliz contrasta con un mayor nivel de satisfacción íntima en el marco de una pareja estable, como afirman el 97% de los hombres y el 96% de las mujeres en la Encuesta Nacional de Salud Sexual. L

6. Dormir bien es esencial. Concretamente, cada hora adicional de sueño aumenta en un 14% la probabilidad de que una mujer mantenga relaciones sexuales al día siguiente, según el investigador David Kalmbach, de la Universidad de Michigan. Insiste en esta idea el fisioterapeuta de la Serna: “Un buen descanso, tanto en cantidad como en calidad, favorece el correcto funcionamiento de los ciclos hormonales que requieren de cierto número de horas de descanso; el caso más claro es el ciclo del cortisol”. 

7. La comida picante no excita. No es que una enchilada predisponga al sexo, sino que suele ocurrir que los que prefieren este tipo de comida son picantes en todos los sentidos, debido a sus elevados niveles de testosterona. Según la publicación Physiology & Behavior, “los hombres con afición al picante tienen constitucionalmente más testosterona”, hormona relacionada con el mantenimiento del deseo sexual, tal como confirma Bassas.

8. Los kilos de más estorban. Y no por cuestiones de flexibilidad. La Universidad de Medicina de Ilam (Irán) realizó un estudio, el pasado enero, vinculando el exceso de peso con las disfunciones sexuales femeninas, y concluyó que existía una relación de causa y efecto entre ambas. En ambos sexos, la obesidad induce una serie de cambios hormonales que propician la disfunción en la esfera sexual.

9. Apagar (un rato) el móvil favorece la intimidad. Para conectar con la pareja, bien sea estable u ocasional, necesitamos desconectar del resto de los asuntos. Y esto incluye las redes sociales. La investigación, examinó el impacto de la tecnología y los smartphones en el romance, la intimidad y el sexo de las personas con relaciones de larga duración.

¿NUEVO MÉTODO ANTICONCEPTIVO PARA LOS HOMBRES?

Es posible que los chicos tengan nuevas opciones aparte del condón y la vasectomía como método anticonceptivo. Y es que la tecnología ha facilitado tanto los procesos de la vida moderna que ya era hora que los varones también tuvieran su método químico.

Vasalgel es una nueva inyección que actúa como una vasectomía temporal para hombres, no protegerá contra las ETS pero en las primeras pruebas preliminares a tenido una efectividad del 100% para evitar embarazos. la tecnología podría estar en el mercado en el 2016 ó 2017, pero para aquellos que no pueden esperar (y no les importa una aguja en un lugar muy sensible) las pruebas en humanos comenzara a inicios de este año.

Parece ser que los días en los que las chicas tenían la responsabilidad exclusiva de recordar el método está llegando a su fin.

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