Jugo de zanahoria y apio recomendado para los dolores de la artrosis

La artrosis, una forma común de artritis que afecta a millones de personas en todo el mundo, es el resultado del desgaste del cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos que componen una articulación. Según el Instituto de Investigación Mayo Clinic, a medida que el tiempo avanza, es natural que este cartílago se deteriore, lo que lleva a la aparición de la artrosis. Una articulación saludable cuenta con un tejido suave y resbaloso llamado cartílago que protege los extremos de los huesos y les permite moverse con facilidad.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los síntomas de la artrosis tienden a desarrollarse lentamente y empeoran con el tiempo. Estos síntomas incluyen dolor en las articulaciones durante o después del movimiento, rigidez que puede ser más notable al despertar o después de períodos de inactividad y sensibilidad en las articulaciones cuando se aplica presión sobre ellas o cerca de ellas. Aunque no es posible revertir el daño causado por la artrosis, los síntomas pueden controlarse y el avance de la enfermedad retrasarse a través de medidas como mantenerse activo, mantener un peso saludable y recibir tratamientos médicos apropiados.

Una de las formas en que las personas pueden combatir los síntomas de la artrosis es a través de una alimentación saludable. El jugo de zanahoria y apio se ha destacado como una opción beneficiosa. Tanto la zanahoria como el apio ofrecen propiedades que pueden aliviar los síntomas de la artrosis. La zanahoria es rica en vitamina K, potasio y calcio, lo que la convierte en un aliado para la salud ósea. Por otro lado, el apio posee efectos antiinflamatorios que pueden ayudar en el tratamiento de enfermedades relacionadas con las articulaciones.

La preparación de este jugo es simple. Solo necesitas cuatro zanahorias y dos tallos de apio. Para prepararlo, sigue estos pasos:

Lava, pela y corta las zanahorias en trozos.

Lava los tallos de apio, retira las hojas y córtalos en trozos.

Coloca todos los trozos de zanahoria y apio en una licuadora.

Procesa los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.

Si el jugo está muy espeso, puedes agregar un poco de agua.

Sirve el jugo sin colar y consúmelo.