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Exponen protocolo de ‘cocinas’

Es el primero en su tipo y apunta a la especialización en el reconocimiento, recolección, tratamiento e identificación de restos humanos, destaca Milynali Red CFC

  • Por: CARLOS M. JUÁREZ
  • 10 MARZO 2020 - .
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En esos sitios se pueden distinguir zonas específicas como el núcleo de exterminio.

Cd. Victoria, Tam.

Mujeres buscadoras de personas desaparecidas en Tamaulipas presentaron el primer protocolo estandarizado de búsqueda en sitios de exterminio, llamados comúnmente “cocinas”, que ha sido implementado en seis sitios ubicados en la zona cañera de El Mante. 

El protocolo es el primero en su tipo y apunta a la especialización en el reconocimiento, recolección, tratamiento e identificación de restos humanos. Dichos lugares, que son reconocidos como campos de exterminio, principalmente fueron operados por el grupo Los Zetas. 

Milynali Red CFC elaboró el documento y lo compartió con mujeres y hombres que integran 14 colectivos de búsqueda en el Segundo encuentro de buscador@s México, realizado el fin de semana en Tlaxcala.

“La localización de los sitios de exterminio implica replantear los retos de la búsqueda e identificación de personas; redimensionar el escenario de terror y horror con que se infunde el miedo para paralizar a nuestra sociedad; y, sobre todo, repensar nuestras instituciones y procesos para acceder a la verdad y a la justicia en el tenor de la seguridad pública”, refiere el documento de 25 páginas. 

El colectivo Milynali Red CFC señala que la cadena de custodia de los restos recolectados en los sitios de exterminio es el proceso más importante para garantizar y dar continuidad a los trabajos en dichas zonas de inhumación ilegal de cadáveres. 

La localización del sitio es el primer paso indicado en el protocolo, seguido del  levantamiento de fragmentos minúsculos de restos óseos, el seguimiento a indicios y la identificación y entrega de restos que fueron levantados en cada uno de los sitios. 

“…Es en el segundo punto, donde detectamos desde un inicio la carencia de personal técnico y especializado para agilizar un proceso de magnitudes dantescas que bien, nos podría llevar toda la vida.

“De ahí que no hemos desistido de participar en un proceso del que pende parte de nuestra certeza, en donde nuestras manos se han convertido en un instrumento técnico que agiliza el levantamiento de indicios sin afectar la cadena de custodia”, expresan las buscadores y los buscadores en el protocolo.

El año pasado, Milynali Red CFC y el colectivo Voz y Dignidad mostraron su trabajo en un sitio de exterminio, ubicado en el rancho El Papalote, en la región cañera del territorio tamaulipeco. El subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas Nájera, recorrió uno de los centros ilegales de incineración de cuerpos.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) localizó el campamento delincuencial en el rancho El Papalote hace seis años. En 2014, las hermanas Graciela y Edith Pérez Rodríguez, líderes de las agrupaciones, hicieron la primera búsqueda prospectiva. Tres años después, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) integró el lugar dentro de la carpeta de investigación para hacer diligencias oficiales.

Encinas Nájera reconoció que el centro ilegal de destrucción de cadáveres, localizado cerca de la Sierra de Cucharas, es el más grande de Tamaulipas, de acuerdo con los registros de la hoy Fiscalía General de la República (FGR).

DEBEN DIFERENCIAR SITIOS DE EXTERMINIO

El protocolo considera que las autoridades federales y estatales deben clasificar y contabilizar de forma distinta las fosas clandestinas y los sitios de exterminio, que de acuerdo a su definición, buscan destruir los cuerpos e imposibilitar su identificación.

Asimismo, piden que las Fiscalías implementen procesos técnicos específicos para el levantamiento de indicios, como el cribado o tamizado, análisis geológico, arqueológico, entre otras labores. Igualmente plantean el uso de herramientas técnicas, tanto para la ubicación de los sitios como para la identificación de los restos.

El protocolo se realizó con las experiencias de mujeres y hombres que trabajaron en seis sitios de exterminio en Tamaulipas. En esos sitios se pueden distinguir zonas específicas como el núcleo de exterminio, donde se han encontrado tambos metálicos de 200 litros y sustancias químicas; campamentos con cobijas, utensilios para cocinas y garrafones de agua; y área de esparcimiento de los fragmentos de cuerpos.

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