Mi País

‘Ellos no son mexicanos’

El caso de tres indígenas de Chiapas a los que Migración quiso expulsar a Guatemala

  • Por: EL PAÍS
  • 16 JUNIO 2016 - .
  • COMPARTIR
Thumbnail

Una familia indígena en San Cristóbal, Chiapas.

“Decidí aceptar que era originario de Guatemala”, relató un indígena mexicano. Esta frase extraída de la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos resume el absurdo episodio de tres tzeltales de Chiapas a los que agentes de migración de su país detuvieron durante nueve días y quisieron expulsar al vecino del sur, ignorando sus reclamos de que eran nacionales.

El caso, que eleva a cotas kafkianas la discriminación étnica en México, ocurrió en septiembre de 2015 y Derechos Humanos acaba de publicar un informe. El día 3 cuatro tzeltales que cruzaban el país en autobús para ir a Sonora a la recogida de calabaza fueron obligados a bajar del vehículo en Querétaro en un control migratorio. Mostraron copias de sus documentos de identidad mexicanos pero los agentes dijeron que eran falsos y los llevaron a un centro de retención.

Los tres eran hermanos. Dos apenas hablaban español. La tercera, su hermana pequeña, sí lo hablaba y era menor de edad, lo que no mereció una consideración especial. Ella hacía de traductora entre sus hermanos y los agentes. Permanecieron privados de libertad nueve días, hasta el 11, y en el colmo del sinsentido se llegó a iniciar un proceso de repatriación con la embajada de Guatemala, que por alguna razón reconoció el día 4 su imaginaria nacionalidad guatemalteca y a la jornada siguiente se desdijo al corroborar bien los datos. 

Alguien alertó el día 7 a la Comisión de lo que pasaba y el 10 dos visitadores de Derechos Humanos acudieron al centro a asistir a los retenidos. Un día después los soltaron.

Uno de ellos afirma que lo forzaron a firmar un documento en español, lengua que estaba bastante lejos de comprender bien, en el que asumía que era guatemalteco. Según la versión que dio a la Comisión -con ayuda de un intérprete de tzeltal- lo amedrentaron amenazándolo con tenerlo allí tres meses, dándole una patada y aplicándole una descarga eléctrica en una mano. Los peritos del organismo de derechos humanos han concluido que no se puede determinar si hubo esos abusos pero sí que “el examinado tuvo sufrimientos psicológicos durante la detención”.

DEJA TU COMENTARIO

MÁS EN LA TARDE

LA TARDE RECOMIENDA