El Asesino del Río Bravo
Pedro Padilla Flores fue encarcelado por ser el responsable de varios asesinatos de mujeres, pero se fugó del Cereso de Ciudad Juárez en 1990. Se le investiga por nuevos crímenes, aunque sigue sin ser capturado

Se sospecha que el asesino estaba drogado ya que Pedro Padilla era un drogadicto reconocido en el distrito Mariscal del centro de Ciudad Juárez.
En 1986 fueron descubiertos en fechas diferentes tres cadáveres de mujeres jóvenes.
Al inicio parecía casos aislados, pero la Policía encontró patrones en los cuerpos que sospecharon que el asesino era la misma persona.
Las tres cadáveres presentaron abuso sexual y habían sido estranguladas.
La Policía logró captuara al asesino que se llama Pedro Padilla Flores, alias el Asesino del Río Bravo.
Se ha considerado como unos de los primeros casos de feminicidios en Ciudad Juárez.
El sistema de Pedro Padilla era seguir a sus víctimas hasta parejas desiertos en donde las sometía y violaba.
Para luego ahorcarlas con sus propias manos. Se cree que utilizan el estrangulamiento mientras violan a la víctima.
Se sospecha que el asesino estaba drogado ya que Pedro Padilla era un drogadicto reconocido en el distrito Mariscal del centro de Ciudad Juárez.
Algunos investigadores que analizan la conducta de los criminales en serie han establecido que los homicidas después de consumir drogas y no distinguen la realidad.
Pedro Padilla sólo cumplió cuatro años de su condena porque logró fugarse del Cereso de Ciudad Juárez. Se cree que fue ayudado a escapar y es uno de los mayores casos de negligencia e incompetencia de la Policía en México.
Por dos años no se supo nada de él, pero en 1992 comenzaron otra vez los asesinatos de mujeres.
Los patrones de conducta se repetían y el principal sospechoso era Pedro Padilla.
La fama del Asesino del Río Bravo tomó mayor fama en 1998 cuando fue encontrado el cadáver de Hester Suzanne van Nierop, una mujer de origen holandés.
Fue encontrada debajo de una cama de un hotel de la zona de roja de la ciudad. Fue violada y asesinada por estrangulamiento, además de golpes y una herida en el cuello.
Hester Suzanne llegó al hotel en compañía de un hombre, quien pagó la habitación y firmó con el nombre de “Roberto Flores”.
Los empleados del hotel colaboraron con la Policía para realizar un retrato hablado.
Lo describieron como un hombre de complexión atlética, de unos 30 años, de tez clara, cabello osudo, ojos claros rasgados, nariz recta, de 1.76 centímetros de altura, acné en la cara y una pequeña cicatriz en la mejilla derecha.
Causó sorpresa la descripción porque correspondía al de Pedro Padilla, además el hombre que pagó la habitación firmó con el segundo apellido del principal sospechoso.
Aunque ahora el homicidio se realizó con mayor organización, aparentemente el Asesino del Río Bravo ha evolucionado para cometer sus crímenes.
Hasta la fecha continúa prófugo.
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