Cuando calienta el sol

¡Hola, señor verano! Bienvenido nuevamente a nuestras vidas, necesitadas de un buen reposo, unas vacaciones y, por sobre todo, una cuota de rayitos de sol. Tal como los reptiles, muchos de nosotros cargamos nuestras baterías al sol y recibimos toda la vitamina D que nos entrega este cuerpo celeste, tan apreciado como odiado. Y por eso mismo, es que tenemos que cuidar nuestra piel de la potencia de los rayos UV, que nos pueden dejar rojos como una langosta y muy, pero muy adoloridos.

Mucha gente simplemente no sabe que, una vez aplicado el spray, debe esparcirlo de manera pareja por el cuerpo, tal como una crema normal. Pero no, la gente no lo esparce, dejando un patrón de puntos y rayas del cual el pintor Jackson Pollock estaría orgulloso. Y claro, eso puede derivar en un quemado tan fascinante como doloroso y ridículo. A continuación, les dejamos 15 casos en que el spray solar se aplicó mal y trajo consecuencias aún peores.