Mi Reynosa

‘Reviven’ los panteones en Día de Muertos

Más de cinco mil personas visitan las tumbas de sus seres queridos

  • Por: ÁNGEL DOMÍNGUEZ
  • 03 NOVIEMBRE 2016 - .
  • COMPARTIR
Thumbnail

Durante el 1 y 2 de noviembre más de cinco mil habitantes acudieron a los panteones.

Miles de habitantes llegaron ayer desde temprano a los panteones, llevando coronas y arreglos florales para sus seres queridos que se encuentran enterrados en estos recintos.

El más concurrido fue el cementerio municipal Sagrado Corazón y uno particular que se encuentra ubicado a un costado del antes mencionado.

Las puertas de los camposantos abrieron al público alrededor de las 7:00 horas, tiempo en que los habitantes ya esperaban para entrar y estar con sus difuntos.

Poco a poco en el transcurso de la mañana y tarde el número de visitantes fue creciendo, el panteón se empezó a ver con vida, en algunos espacios se podían observar grupos de personas rezando un rosario, llorando por recordar momentos con esa persona que se marchó, otros riendo de las anécdotas pero todos en familia y amistades.

El cielo se nubló en varias ocasiones dando tregua el sol a los visitantes quienes iban preparados con sombrillas, sombreros, gorras y hasta con carpas para estar en ese día con sus familiares que tuvieron que irse al más allá. 

La música no pudo faltar en este día especial para recordar a los muertos, grupos de músicos denominados Fara fara, tocaban las melodías que les gustaban a los difuntos, ritmo que les ponía la “piel chinita” a los familiares, dado a que les removían recuerdos gratos.

Varios de los asistentes a los cementerios fueron preparados para pasarse el día completo a lado de la tumba de un padre, una madre, un hijo o un hermano, en donde degustaron la comida favorita de su familiar.

Las personas que no habían tenido la oportunidad de venir a limpiar las tumbas aprovecharon para darle una manita de gato, llevando escobas, palas, machetes y hasta pintura para arreglarlas.

Muchas de las criptas “revivieron” con los arreglos y las tradicionales flores de cempasúchil, diente de león, nube y terciopelo, con las cuales fueron adornadas por quienes aún recuerdan a esa persona que falleció.

En algunas se pudo ver que las personas llevaban juguetes y globos, porque era una de las cosas que les gustaba a sus seres queridos ya fallecidos. 

Mientras que otras lucían abandonas, llenas de maleza y en mal estado, dejando ver que tienen años de no ser visitadas por sus familiares, dado a que muchos de estos se fueron de la ciudad.

Durante el 1 y 2 de noviembre fueron más de cinco mil habitantes que dieron vida a los panteones municipales y privados de la ciudad, los cuales lucen solos en gran parte del año, ya que sólo son visitados en estas fechas o en los días de la madre, del padre o del     abuelo.           

En su mayoría fueron personas de la tercera edad que llevaban a su familia pasar un rato con sus seres queridos fallecidos, con la finalidad de seguir fomentando las tradiciones mexicanas que caracterizan al país.

Los comercios establecidos se vieron saturados por ciudadanos que acudían a los cementerios, los puestos instalados eran de alimentos y bebidas frescas, muchos aprovecharon para desayunar y almorzar en familia en los negocios instalados afuera de los cementerios.


DEJA TU COMENTARIO

MÁS EN LA TARDE

LA TARDE RECOMIENDA