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La liberación de Ovidio Guzmán, ‘El Chapito’, en Culiacán, exhibió las complicidades de soldados con sicarios

  • Por: REFORMA
  • 19 OCTUBRE 2019 - .
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El gabinete de seguridad no fue advertido de las acciones que realizaron para captura de El Chapito con fines de extradición a Estados Unidos.

CULIACÁN y CIUDAD DE MÉXICO

La frustrada detención de Ovidio Guzmán, “El Chapito”, en Culiacán, exhibió una cadena de fallas gubernamentales y las complicidades de soldados con sicarios, en medio de la refriega.

El Gobierno federal aceptó ayer que el operativo para capturar a El Chapito, protagonizado por la Guardia Nacional (GN), obedeció a una orden de captura con fines de extradición a Estados Unidos.

La captura no pudo concretarse por la precipitación y la nula comunicación con mandos superiores, además de la falta de previsión sobre las reacciones del cártel de Sinaloa.

El saldo de esas fatalidades fue de 8 muertos: cuatro sicarios, dos civiles, un efectivo de la Guardia Nacional y un custodio carcelario.

También catorce agresiones a fuerzas policiales, 42 autos despojados, 9 vehículos quemados, 8 vehículos militares y un helicóptero agredidos, junto con 55 reos fugados y ataques armados a la Novena Zona Militar, la Unidad Habitacional del Ejército y la Fiscalía Estatal.

El investigador Sergio Aguayo, experto en seguridad nacional, consideró que lo acontecido es una muestra de que faltó un trabajo de inteligencia previo.

“No entiendo cómo fueron a detener a uno de los grandes capos con tan pocos elementos”, indicó.

El Secretario de Seguridad Alfonso Durazo y el de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, admitieron las fallas en el operativo.

“Este personal, en un afán de obtener resultados positivos, actuó de manera precipitada, con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, omitiendo además obtener el consenso de sus mandos superiores; consecuentemente, el gabinete de seguridad no fue advertido de las acciones que realizaron”, asumió. 

Incluso, fue exhibido en el marco de la refriega cómo soldados del Ejército adscritos al Plan DN-III conviven amigablemente con sicarios en un retén a la altura el ejido de Costa Rica, al sur de Culiacán. 

“Ahí es donde se encuentran con este retén y una cantidad de gente adicional armada; retienen a un oficial, cuatro de tropa, un vehículo y armas, que posteriormente son regresados sin lesiones”, admitió el General, quien no juzgó la familiaridad de trato entre uniformados y sicarios.

SALDO FATAL

 8 muertos: cuatro sicarios, dos civiles, un efectivo de la Guardia Nacional y un custodio carcelario.

 14 agresiones a fuerzas policiales, 42 autos despojados, 9 vehículos quemados, 8 vehículos militares y un helicóptero agredidos, junto con 55 reos fugados

 Ataques armados a la Novena Zona Militar, la Unidad Habitacional del Ejército y la Fiscalía Estatal

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