Una mujer de algunos 70 años falleció en el interior de su domicilio, sin que nadie se diera cuenta. Ella estaba enferma pero vivía sola en su vivienda ubicada en el 601 de la calle Hawai, frente a la Iglesia San Judas Tadeo en la colonia Cañada.
Su único hijo, radica y trabaja en los Estados Unidos, por lo que le fue imposible auxiliarla cuando lo necesitó y hasta ayer sus vecinos le comunicaron de la infausta noticia.
Doña Irene hasta hace días sus vecinos la veían salir de su domicilio, valiéndose por si misma. Pero desde hacía por lo menos unos 3 días dejaron de verla y empezaron a sospechar que algo andaba mal, cuando del interior de la vivienda surgían fuertes olores que los hicieron pesar lo peor.
Efectivamente doña Irene había fallecido, sin que nadie supiera nada, pues los vecinos que estaban al pendiente de ella la descubrieron cuando su cuerpo había entrado en descomposición.
Entonces dieron aviso a las autoridades y fueron investigadores y peritos de la PGJE, quienes procedieron a romper cerraduras para incursionar en el domicilio, donde encontraron a la mujer de la tercera edad muerta y en estado de descomposición avanzado.
Se practicaron las diligencias correspondientes y el cuerpo se lo llevaron al SEMEFO para la práctica de la autopsia, ya que a través de la intervención del médico legista deberían quedar enterados de las causas de la muerte.
Aparentemente pudo haber sido un infarto lo que provocó la muerte de doña Irene, pero eso lo determinaría el legista con la autopsia de ley.