Nuevo Progreso, Tamps.
Llueven críticas en redes sociales a elementos de tránsito que sometieron a empujones y golpes a residente del lado americano, a quienes llamaron montoneros, cuestionando el porqué no asumen la misma actitud con quienes, mediante soborno, hasta se inclinan y les abren paso para que se formen en la fila.
El bochornoso incidente, que trascendió fronteras, fue motivo de escándalo mayúsculo por la forma en que los elementos trataron al ciudadano estadounidense bajo las órdenes de la contadora Astrid de la Cerda Guillén del Gobierno Municipal de las calles de plastilina "Es Río Bravo y Nada Más".
En la comunidad fronteriza de Nuevo Progreso no es un secreto a voces lo que se cobra, que van desde los 20 hasta los 40 y 60 dólares por permitir el acceso a la fila principal, que, en su momento, aplicaba un "hermano de la religión" metido a Tránsito Local, que falleció.
En el nuevo gobierno panista del ex-huachicolero, dicho por la misma ciudadanía las cosas no han cambiado en cuanto al tema de la corrupción que sigue imperando, y que se vende al mejor postor.