El Asesino de las Cumbres

Un crimen cometido por un joven de clase alta en Monterrey provocó que la sociedad se preguntará dónde habían quedado los valores que hicieron de la ciudad regiomantana un ejemplo de trabajo, educación y prosperidad

La escena parecía sacada de un libro de terror. Dos niños de clase alta asesinados por un joven también de nivel alto.

El doble crimen fue cometido en una vivienda de la colonia Las Cumbres, uno de los sectores de mayor nivel de Monterrey.

Todo empezó el 1 de marzo del 2006 cuando Diego Santoy Riveroll invitó a su amigo Humberto Leal Molina a cenar a su casa.

Humberto decide quedarse a dormir en la casa de Diego, pero a las 4 de la madrugada es despertado por su amigo y le pide que lo lleve a la casa de su novia Erika Peña Coss y León.

Los novios vivían a corta distancia en el exclusivo sector Cumbres de Monterrey.

Diego llega a la casa de su novia, aunque eran alrededor de las 4:30 horas y entró a la vivienda sin ser detectado.

Parecia un ladrón. Cortó cables de teléfono y de algunas persianas y hasta se tomó el tiempo para fumarse un cigarro.

Tanto Diego, Erika y Humberto apenas rebasaban los 19 años.

Alrededor de las 6:10 horas ocurrió el primer crimen. El niño Erik Azur, medio hermano de Erika, es atacado con un cuchillo. El niño logra escapar pero es alcanzado en la lavandería y finalmente asesinado y su cuerpo fue envuelto en una sabana.

A las 6:30 de la mañana apareció la sirvienta Catalina Bautista Juárez, quien fue despertada por los ruidos que Diego provocó al matar a Erik.

La sirvienta no fue asesinada, pero sí obligada a encerrarse en la cajuela del auto y con la presencia de Humberto.

Luego alrededor de las 7:10 fue asesinada la niña Fernanda Azur, hermana de Erik y media hermana de Erika. A la niña la estrangularon en su recámara y su cuerpo escondido en el closet.

Aparentemente los crímenes se cometieron sin que Erika y su otra hermana Azura se dieran cuenta. La hermana confesó que todo el tiempo estuvo en su recámara escuchando música.

Teresa Coss, madre de Erika, no se encontraba en su casa. Teresa es una mujer conocida porque salía en un programa de televisión dando los horóscopos.

Alrededor de las 10:00 horas son descubiertos los cuerpos de los niños ya que llegó la secretaria de Teresa Coss, quien informó a la policía.

La aparición con vida de la sirvienta fue un factor clave ya que ella relató quien había sido el asesino, que curiosamente no la atacó, sólo la encerró en el auto y luego la liberó.

Fue fácil la detención de Diego Santoy, aunque había huido con su hermano a Oaxaca.

Pero las primeras declaraciones de Diego hicieron pensar que su novia Erika también tuvo participación en los crímenes.

La historia de Diego y Erika se remonta dos años atrás cuando se conocieron en una fiesta de quince años.

De inmediato se gustaron y se hicieron novios. Decenas de fotografías de Diego y Erika muestran a una pareja de novios felices. También hay fotos de Diego acompañando a la mamá y hermanos de Erika.

El caso fue ampliamente difundido por la prensa quien llamó a Diego “El Asesino de las Cumbres”.

Hubo muchas controversias y declaraciones. Diego afirmó que Erika quería muertos a sus medios hermanaos y también se llegó a insinuar una relación entre Diego y Teresa Coss, la madre de su novia.

Nadie podía creer que Diego entrara a una casa en donde por lo menos había tres adultos y nadie se dio cuenta de nada.

Luego de dos años de noviazgo, Diego y Erika terminaron a petición de la chica. Se dijo que Erika no deseaba volver con Diego, pese a las insistencias de él.

En la casa de Diego se encontró un pequeño altar dedicado a Erika.

Las autoridades declararon que Diego tenía una relación enfermiza con Erika y deseaba que volviera.

Luego de un escandaloso juicio, Erika no fue acusada de ningún delito, pese a tener muchas dudas sobre tu su participación.

Humberto Molina fue dejado en libertad porque se demostró que nada tuvo que ver en el crimen y sí ayudó a Diego fue por su imprudencia de saber manejar el caso. Además fue el que convenció a Diego de no dañar a la sirvienta.

Diego fue condenado a 50 años de prisión el doble homicidio.

Pero a raíz de este crimen, la sociedad regiomontana comenzó a preguntarse que pasaba con sus jóvenes y los valores familiares.

¿Cómo es posible que una joven reciba a su novio a las 4 de la madrugada?, ¿pro qué un joven si trabajo ni estudio tiene dinero que le dan sus padres?, ¿dónde estaba la mamá de los niños asesinados?

La sociedad se exigió regresar a los valores familiares y frenar los excesos que le habían otorgados a sus hijos.