Lejos de ser parte de la solución a la contaminación por basura, los carretoneros que cobran desde 50 pesos por tambo de basura, se han convertido en diseminadores de desechos en parajes, baldíos y caminos vecinales.
Fue el activista Mario Alberto Rodríguez, quien hizo un llamado a que los ciudadanos que buscan disponer de su basura, a que no paguen por estos servicios que solo trasladan el problema de un lugar a otro, pues lo recolectado, no termina en el vertedero municipal.
Agregó que lo recabado, termina en puntos cercanos a asentamientos humanos, generando focos de infección y fauna nociva que termina por penetrar en los hogares.
Vecinos en fraccionamiento de la periferia, han señalado a estas carretas, las cuales "descargan" bolsas y tambos de desechos orgánicos así como inorgánicos, no obstante que el ingreso para ellos en el basurero municipal, ya no tiene costo.