Los amantes de lo ajeno están imparables en la ciudad, y ahora la ola de robos se ha extendido hasta en el camposanto municipal Antiguo, en donde literalmente "están bateando" duro con las puertas y ventanas de fierro de estructuras que protegen las lápidas.
A la fecha es un número importante de marcos, puertas y ventanas que han sido arrancadas y vandalizadas por ladrones que operan de manera impune al amparo de las sombras de la noche, aprovechando que no se cuenta con vigilancia nocturna.
Mientras que cuando se llegan las fechas importantes y que los familiares acuden a visitar a sus seres queridos, es cuando generalmente se llevan la sorpresa de que fueron visitados por ladrones.
En otros casos, afortunadamente, alcanzan a percatarse y toman cartas en el asunto, como le pasó a una persona que al acudir a visitar la tumba se percató de que ya habían comenzado a desprender parte del marco de concreto para retirar la puerta de fierro, lo que lo obligó a tener que adquirir una gruesa cadena y candados para amarrar y asegurar la puerta con lo que es parte de una de las columnas del cimiento.
Se calcula que el costo de una puerta, con todo y rejas, fluctúa entre los 6 y hasta los 9 mil pesos, las ventanas unos 3 mil, por lo que al ser acechados y visitados por ladrones y viciosos son blanco fácil de este tipo de latrocinios que forman parte del "Es Río Bravo y Nada Más".
Entrevistada la directora del panteón, Martha Chávez Rodríguez, dijo que sólo se cuenta con vigilancia durante el día, y que sí es cierto que es visitado el camposanto por los amantes de lo ajeno, puesto que ya hasta un agujero hicieron en una de las bardas para entrar más fácilmente y, en otras partes, por más que los remiendan, vuelven a hacer lo mismo.
Están las ratas en modo imparable en esta ciudad.