Río Bravo, Tamps.
La sequía, situaciones de riesgo y asaltos frecuentes en el ejido Palo Blanco han terminado por acabar con la agricultura, reduciendo además el número de habitantes que, por considerarlo de alto peligro han tendido a emigrar a lugares más seguros.
Residentes con el temor reflejado en sus rostros cuentan cómo esa comunidad rural se ha venido reduciendo, incluyendo el cierre de negocios y venta de solares debido a varios factores.
En el caso de los productores, son, además de las situaciones de riesgo, la falta de agua lo que los ha orillado a dejar de trabajar y sembrar las tierras que, todavía, hasta hace algunos años eran fructíferas y formaban parte del esquema de producción de granos en esta parte del norte del estado.
Hoy en día, sólo algunas empresas de transporte continúan operando, mientras que otras decidieron bajar las cortinas, incluyendo abarrotes y depósitos.
Lo que más se puede apreciar también durante el día son las nubes de humo, producto de factores como la falta de lluvias y las polvaredas que se levantan a diario en ese tramo carretero.