Así sucedió con esta elefanta africana, la cual quedó enterrada en un enorme lodo del cual no podía salir y cada vez que lo intentaba, sus patas patinaban por el viscoso líquido.
Tanto era el desespero de la paquiderma, que hacía todo lo posible para volver a tierra firme, pero solo se hundía.
Especialistas del mundo animal se dieron cuenta de la escena y decidieron echarle una mano amiga.