¿Te atrae explorar una de las regiones más remotas del planeta? ¿Se te ocurre algo más emocionante que caminar kilómetros y kilómetros por un desierto desolado y helado? ¿Quizás incluso encontrarte cara a cara con un oso polar? Si la respuesta es un sí rotundo, es hora de reservar un crucero de expedición al Ártico o la Antártida.
¿Qué es un crucero de expedición?
¿Cuál es la diferencia entre un crucero de expedición y un crucero de vacaciones a las regiones polares? Los cruceros de expedición surgieron en 1966 cuando Lars-Eric Lindblad llevó por primera vez a viajeros a regiones que antes estaban reservadas solo para exploradores y científicos. Los barcos de expedición pueden ser similares a los cruceros en varios aspectos: alojamiento cómodo, salones, restaurantes y bares. La diferencia radica en el propósito del viaje, y ahí es donde ambos son mundos aparte.
Naturaleza, allá vamos
Los cruceros de expedición buscan acercar a los viajeros a la naturaleza. Desde mares agitados y glaciares helados hasta la vida silvestre, este viaje es único. Los barcos de expedición suelen ser más pequeños, con capacidad ideal para un máximo de 120 pasajeros. Las embarcaciones pequeñas permiten que todos entren al agua o a la orilla rápidamente. Los barcos son ágiles y te llevan cerca de la acción. Además, son embarcaciones extremadamente robustas y de alto rendimiento en mar gruesa. Los viajeros en un crucero de expedición experimentan de cerca la vida en las regiones polares. Se puede practicar kayak o paddle surf en aguas heladas.
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