La sesiones de fotos familiares no siempre son sinónimo de paz, armonía y ternura. Ya que en ocasiones, pueden ser humorísticas, o simplemente buscan retratar la emoción de los protagonistas.
Debido a que, la finalidad de las fotografías es además de dejar para la posteridad un momento, es también captar una emoción, un sentimiento para siempre, para que se convierta en un recuerdo que en caso de que se olvidara, pudiera recordarse con solo ver la fotografía.
Pero la sesión fotográfica de la familia Renfroe definitivamente rompe con todo esquema en cuanto se trata de fotos familiares.
Ella dijo: “Daniel y yo somos muy sarcásticos, como personas, como padres. La vida es demasiado corta para tomarlo todo tan en serio (…) Nuestros bebés (Kaiden-10 años, Gibson-5 años, Oakley-11 meses) son nuestro mundo. Somos padres activos que preferiríamos hacer cosas con ellos o darles experiencias sobre regalos o dinero, aunque todavía estén en mal estado. Nuestros hijos van a todas partes con nosotros y están incluidos en todo lo que hacemos (vivimos lejos de la familia debido al trabajo)”