Desde que el príncipe Harry decidió casarse con Meghan Markle, las cosas comenzaron a complicarse, en especial por las críticas de la prensa hacia la actriz.
Si bien la Reina Isabel parecía hacer todo lo posible por hacer sentir cómoda a la nueva integrante de la familia, no pareció resultar. Y Harry, temiendo que su esposa viviera un acoso similar al que vivió su madre, finalmente decidió renunciar a la realeza y volverse totalmente independientes como familia.
Si bien en su momento se rumoreó que la Reina estaba totalmente molesta, que nadie le había informado personalmente la decisión y que lamentablemente se había enterado por la televisión, terminó por apoyar a su nieto.
Es que cómo no hacerlo, si desde que William y Harry nacieron, siempre se le vio muy cercana a ellos y disfrutando al máximo su crecimiento, sobre todo luego de que Lady Di muriera tras un accidente de auto y los jóvenes príncipes quedaran sin madre.