La familia real siempre ha tenido que seguir al pie de la letra diferentes protocolos de comportamiento y estilo, todo para evitar contratiempos y vergüenzas en público.
Sin embargo, por más que se cuidan de los imprevistos, nunca se salvan de uno. Y no solo aplica a Meghan Markle, a quien solían criticar, sino también Kate Middleton, Camilla Parker y hasta la mismísima Reina Isabel.