En el mundo hay montón de personas que realizan un tipo de cacería en la cual no hay víctimas.
Ellos persiguen y capturan animales, pero no dañan sus ecosistemas ni intervienen sus ciclos de vida.
De hecho, no ponen en riesgo su existencia.
Sino que hasta lo contrario.
Se trata de los fotógrafos de animales, quienes dedican una importante parte de su tiempo para dar con hermosos y únicos seres vivos que después inmortalizarán con imágenes que ellos habrán capturado con mucha paciencia y profesionalismo.
UN AVE DE RAPIÑA INOFENSIVA
Los búhos grises además de destacar por sus habilidades en el camuflaje, también son conocidos por su gran tamaño y por sus poderosas garras. Son animales inofensivos, que se alimentan principalmente de pequeños mamíferos, reptiles y hasta peces.
“Como fotógrafo, me encanta salir y disfrutar de lo que la naturaleza nos brinda (…) Siempre es relajante y siempre puedes encontrar un momento de paz con la naturaleza. Me encanta el desafío de buscar diferentes especies de búhos cada vez (…) Estaba planeando buscar el gran búho gris ese día. Conducía por un camino forestal en busca de los grandes búhos grises, escaneando cada árbol con la esperanza de encontrar uno durante el mediodía, donde normalmente descansan. Entonces, de repente, por el rabillo del ojo, noté que algo se movía en el tronco del árbol, fue entonces cuando me di cuenta de que era el búho astutamente mezclado con la corteza del árbol (…) Si la lechuza no me miraba, me la habría perdido” – dijo James S. Batuigas a Daily Mail–