Los efectos de tener el cortisol alto

Un resumen de los efectos que tiene en el cuerpo el hecho de tener el cortisol alto

El estrés es una respuesta natural del organismo frente a situaciones experimentadas como amenazantes o que requieren una respuesta muy muy rápida en general. Sin embargo, más allá de los elementos del estrés visibles a simple vista, como la aceleración del pulso o la tensión muscular, hay toda una serie de procesos hormonales muy complejos responsables de que, en primer lugar, seamos capaces de estar estresados ante determinadas situaciones que nos plantea la vida. Y de entre todas estas hormonas involucradas, hay una que destaca por encima de todas las demás: el cortisol.

Tal y como ocurre con las hormonas que nuestro organismo utiliza par funcionar, el cortisol no es en sí misma una sustancia que nos perjudique. Sin embargo, si se dan algunas circunstancias, el hecho de exponernos mucho a esta hormona sí puede dar lugar a problemas. Por eso, en este artículo hablaremos sobre los efectos que tiene en nuestro cuerpo el hecho de tener el cortisol demasiado alto, es decir, cuando está mucho más presente en nuestra sangre de lo que cabría esperar.

¿QUÉ ES EL CORTISOL?

El cortisol, conocido también como la "hormona del estrés" es una hormona esteroidea que se encarga de regular el organismo en situaciones de estrés.

Se trata de una sustancia clave que además de jugar un papel fundamental en los estados de estrés, también regula la presión arterial y tiene funciones en el metabolismo de la glucosa, en la liberación de la insulina y en la respuesta inflamatoria.

Como hormona que es, podemos entender mejor el cortisol viéndolo como una molécula que una vez es liberado en nuestro torrente sanguíneo desde determinadas glándulas del cuerpo, va siendo desplazada a través del sistema circulatorio hasta llegar a determinadas células que la captan y experimentan una determinada reacción debido a ello. Si ahora ampliamos el foco y vemos cómo existen miles de moléculas de cortisol "navegando" a la vez en la sangre, y que pueden llegar a muchas partes distintas del organismo, nos haremos una idea de la complejidad de su funcionamiento. Sin embargo, a modo de resumen podríamos decir que el cortisol hace que el cuerpo desplace todas sus prioridades al cortoplacismo más absoluto, dejando en segundo plano los procesos con beneficios a medio y largo plazo y centrándose en lo que es necesario para reaccionar con rapidez a las exigencias del momento presente. Cuando el organismo libera mucho cortisol, es porque hemos entrado en una especie de estado de emergencia.

En los momentos en los que experimentamos una amenaza real o imaginaria, el cuerpo se prepara para responder de dos maneras: mediante la reacción de enfrentamiento contra esa amenaza o mediante la evitación o huida de la misma. El cortisol se encarga de controlar estas respuestas frente a situaciones de estrés en los que la persona experimenta un estado de tensión y atención a lo inmediato; es en esos casos cuando las glándulas suprarrenales reaccionan liberando cortisol como respuesta fisiológica.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES EFECTOS DE TENER EL CORTISOL ALTO?

Como hemos visto, el cortisol es una hormona importante que ha resultado ser clave a lo largo de la historia del ser humano y desde antes de nuestro nacimiento como especie, ya que enfrentarnos directamente a cualquier amenaza suponía la diferencia entre la muerte o la supervivencia.

Sin embargo, unos elevados niveles de cortisol también se relacionan con una gran variedad de aspectos negativos y de enfermedades, como veremos a continuación. Veamos, pues, cuáles son los efectos del cortisol alto.

1. INESTABILIDAD EMOCIONAL

La inestabilidad emocional es una de las primeras consecuencias que tienen los elevados niveles de cortisol en el organismo, y estos se manifiestan en una mayor irritabilidad y tendencia a experimentar angustia de manera más o menos repentina.

Un exceso de cortisol hace que la persona esté más irritado durante el día, lo que significa que encara los distintos problemas con un menor control de las emociones e interactúa de manera intransigente con otras personas, llegando a tomarse mal cualquier problema, imprevisto o situación nueva que deba afrontar.

Esto tiene como resultado una mayor conflictividad con todo el mundo a lo largo del día, lo que a su vez genera más estrés y más propensión a estar exaltado, irritado o triste.

2. DESEQUILIBRIOS EN EL NIVEL DE AZÚCAR

Un elevado nivel de cortisol, también provoca que los niveles de azúcar en sangre aumenten de golpe, lo que puede causar a su vez una serie de enfermedades graves para la salud.

Una de las principales enfermedades que pueden ser provocadas por este elevado y repentino nivel de azúcar en sangre es la hiperglucemia, causada por la estimulación del hígado para que produzca más glucosa por parte del cortisol.

A la larga, la hipoglucemia puede generar síntomas nocivos para el organismo como la debilidad, la visión borrosa, la falta de aire, el dolor abdominal y las náuseas o los vómitos.

3. AUMENTO EN LA PRESIÓN ARTERIAL

Como hemos indicado, el cortisol juega un papel específico en el control y la gestión de la gestión arterial del organismo humano, es por eso que elevados niveles en la hormona del estrés nos puede provocar que tengamos una presión arterial más alta.

Esto se relaciona, a su vez, con una mayor propensión a estar estresados durante el día y a vivir con mayor estrés cualquier situación que se nos presenta, dificultando que podamos controlar nuestras emociones e impulsos.

4. ALTERACIONES COGNITIVAS

El exceso de cortisol también provoca alteraciones cognitivas en algunas de las funciones mentales más importantes, siendo las más afectadas la capacidad de concentración y la memoria. Sobre todo, llama la atención el hecho de que cuando esta hormona está presente en altas cantidades en nuestro organismo, tendemos a crear menos recuerdos, o a memorizar menos detalles importantes. Cuando, además, sufrimos un "pico" de cortisol muy alto en un momento puntual ligado a un fuerte estrés (por ejemplo, en un accidente de tráfico), es común que minutos después no recordemos nada.

Esto supone habitualmente que las personas afectadas por este problema tengan dificultades para realizar sus actividades diarias.

5. DISMINUCIÓN DE LA DENSIDAD ÓSEA

La disminución de la densidad ósea, también conocida como osteoporosis, es un efecto directo de un nivel elevado de cortisol en el cuerpo cuando este se mantiene durante mucho tiempo, y consiste en una disminución de la absorción del calcio en el cuerpo.

La osteoporosis es un déficit severo que puede acarrear una serie de problemas, como puede ser la tendencia a romperse los huesos de manera habitual, ya que estos se vuelven porosos y menos resistentes.

6. DISMINUCIÓN DEL TEJIDO MUSCULAR

Además de afectar a los huesos, el cortisol elevado también afecta a los músculos o tejido muscular, ya que se ven notablemente disminuidos cuanto más alto es el nivel de esta hormona. A fin de cuentas, el cortisol pone la prioridad en el rápido metabolismo para que el cuerpo tenga mucha energía disponible para ser "quemada" rápidamente, y eso pasa por desprenderse de recursos valiosos a la hora de crear músculo.

Es por eso que conviene tener en cuenta que cuanto más estresados estemos, más riesgo corremos de perder parte de nuestro tejido muscular y más débiles podamos quedar.

7. AUMENTO DE PESO

Otro de los efectos importantes que pueden tener los niveles elevados de colesterol en el organismo de las personas es un rápido aumento del peso corporal, aunque esto no tiene por qué deberse solo a procesos biológicos: estar muy estresados suele dar lugar a una falsa sensación de hambre, o hambre emocional.