La calichera ubicada entre la avenida Alcalá y el bulevar Villas de Esmeralda, en la colonia Balcones de Alcalá, continúa su deterioro ambiental sin freno. A la invasión masiva del lirio acuático, que desde hace meses alteró el equilibrio ecológico del lugar, se suma, ahora, un incremento preocupante de la acumulación de basura, especialmente residuos plásticos, como envolturas, botellas y bolsas.
Los desechos sólidos se extienden tanto en las orillas como en zonas del agua, generando un escenario insalubre que favorece la proliferación de insectos, microorganismos y malos olores. La combinación de agua estancada, lirio y contaminación visible refleja un abandono sistemático del lugar.
Uno de los efectos más notorios es la disminución de fauna silvestre. Donde antes era común observar tortugas, peces o ranas, hoy la superficie permanece silenciosa y desprovista de vida aparente. Esta situación coincide con el avance del lirio y la creciente contaminación, factores que podrían estar deteriorando gravemente la calidad del agua.
Pese a la magnitud del problema, no se han observado acciones encaminadas a revertir el daño. La falta de atención contrasta con los compromisos adquiridos por el municipio de Reynosa al adherirse a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye, entre sus objetivos, la conservación de cuerpos de agua y la protección de la vida acuática y terrestre.
El abandono prolongado de este ecosistema pone en duda el cumplimiento real de dichos compromisos, mientras el deterioro avanza a simple vista y sin respuesta institucional.