Madrugan a migrantes

De madrugada y sin previo aviso, autoridades municipales, de la Guardia Nacional y asociaciones civiles realizaron el desalojo de la Plaza de la República

De noche y sin aviso previo, autoridades municipales, de la Guardia Nacional y asociaciones civiles, realizaron ayer el desalojo de miles de familias migrantes de la Plaza de la República, que se encontraban ahí esperando cruzar hacía Estados Unidos. 

Los operativos sorprendieron a la comunidad  conformada por haitianos y centroamericanos, la mayoría solo salió con lo que traía puesto, pocos fueron los que alcanzaron a llevarse una mochila o maleta con pertenencias personales, y otros, corrieron a los alrededores por temor a ser deportados. 

El evento marcó un precedente para la migración en esta ciudad fronteriza, que ha registrado incrementos en el arribo de extranjeros, con el objetivo de cumplir el “sueño americano”. 

La Plaza de la República tenía más de un año de servir como campamento para estas familias, incluyendo menores de edad, bebés y mujeres embarazadas, pero ayer, dio el primer paso para volver a la normalidad; ser una área verde. 

Trabajadores de servicios públicos primarios limpiaban a gran velocidad, retirando plásticos, cartones, cobijas, paquetes de ropa, alimentos, productos de higiene, y otros que dejaron los migrantes

También quitaban los lazos de estructuras metálicas con las que sostenían casas de campaña, mientras que con escobas y maquinas a presión, limpiaban los pasillos. 

Para medio día, eran pocos los residuos de los migrantes, y de manera paulatina se da mantenimiento a los jardines.  

SE FUERON CAMINANDO

De acuerdo a la versión oficial, las familias fueron desplazadas hacía el albergue “Senda de Vida”, y aunque ayer todavía se trabajaba en un conteo oficial, se estima que fue un promedio de 2 mil 400 personas. 

El director, Héctor Silva de Luna,  aseguró que no fue necesario utilizar la fuerza pública, ya que previo a la salida de estos migrantes, se había logrado un acuerdo para que llegarán ahí, priorizando a los padres con hijos pequeños. “La realidad es que los camiones fueron insuficientes para poder trasladarlos a todos, tuvimos que venirnos caminando, la movilización se hizo después de las nueve de la noche, aquí los recibimos, esto es algo en lo que participaron asociaciones civiles, nacionales e internacionales, también autoridades y elementos de seguridad, pero se hizo en orden, sin violencia”.

La caminata nocturna a la que muchos recurrieron abarcó casi dos kilómetros, entre los límites del Río Bravo. 

“No podemos asegurar a todos que van a cruzar o a calificar para el asilo, esto es algo que analiza Estados Unidos, pero se trata de darles un trato digno, en la plaza estaban sufriendo mucho”, agregó. 

La Tarde  recorrió ayer el refugio al que llegaron los migrantes, y constató las maniobras para acomodarlos.

Algunos se quedaron protegidos en techos de lamina y otros en casas de campaña cubiertas con toldos. “Cuando llegaron a movernos era de noche y solo pudimos agarrar una mochila, ahorita aquí si nos sentimos más seguros, esperemos que las autoridades de Estados Unidos pronto nos de una respuesta para poder hacer una vida productiva, queremos trabajar, en mi caso estoy en Reynosa desde hace cinco meses, ha sido complicado pero no me voy rendir”.

En este lugar, los migrantes recibirán alimento, ropa, servicios médicos y refugio de manera gratuita.

En la plaza tampoco tenían una cuota para estos servicios, ya que diversas asociaciones civiles se encargaban de llevar caridad.