Por estar fuera de servicio algunos cajeros automáticos utilizados para el pago de recibos de luz, se vienen formando filas hacia el exterior de las oficinas de la CFE situadas en la colonia López Mateos.
Desde jóvenes hasta personas de la tercera edad pueden verse esperando a que les toque el turno. Si todos los aparatos estuvieran funcionando, la gente perdería menos tiempo, según dijeron algunos de los que fueron vistos ayer ahí.
Por lo menos cuatro están inoperantes, por lo que piden a la autoridad correspondiente los sometan a reparación a la mayo brevedad posible.
Por su parte y para aplicar la sana distancia, a las afueras de la Comisión Federal de Electricidad superintendencia se pintaron rayas en el piso para que los usuarios cuando vayan a pagar su recibo no se amontonen.
El interior está despejado por el mismo motivo por lo que únicamente entran los que van a pagar, nada de acompañantes como medida de prevención por el Covid-19.
Todo eso está bien, pero lo que está mal es el hecho de que varios cajeros estén descompuestos.