Campesinos elevaron sus plegarias a San Isidro Labrador, patrono del campo, pidiendo lluvias abundantes y protección para sus siembras ante el incremento de plagas.
"Pedimos que venga el agua y quite el sol", expresó Manuel Aguirre Salas, comisariado ejidal del ejido Santo Niño, quien señaló que las altas temperaturas complican el desarrollo del maíz.
Durante las tradicionales celebraciones del 15 de mayo en honor a San Isidro, los agricultores manifestaron su preocupación por el ciclo agrícola.
"Ya andamos en el último riego", comentó Aguirre Salas, con la esperanza de que caiga lluvia para mejorar la
siembra. La celebración de San Isidro Labrador no sólo representa una tradición religiosa, sino también un acto de esperanza colectiva para quienes trabajan la tierra en medio de condiciones cada vez más difíciles.
Ayer, campesinos realizaron la celebración con una misa y los atuendos tradicionales para el día especial.
La fe y el trabajo agrícola van de la mano, mientras los ejidatarios esperan que sus oraciones sean escuchadas y traigan consigo lluvias.
"En el campo tenemos maíz macizo, pero la plaga está muy fuerte", agregó, por lo que la esperanza se mantiene.