Ante la creciente necesidad de atención en salud mental y la carencia de infraestructura especializada en la ciudad, habitantes de Reynosa han alzado la voz para solicitar a las autoridades la creación de un centro de psiquiatría que permita atender a pacientes con enfermedades mentales de forma digna, accesible y profesional.
Rosa María Rocha, vecina de la colonia Cañada, expuso el caso de su sobrina, quien requiere atención psiquiátrica especializada y no cuenta con los medios para ser trasladada a otra ciudad.
"No tenemos ningún centro de atención para enfermedades mentales en la ciudad; mi sobrina debe ser internada y nosotros no tenemos posibilidad de llevarla fuera de la ciudad. Hay muy poca atención en este tipo de enfermedades en la ciudad, es necesario que las autoridades volteen a ver que hace falta una institución de esa índole", declaró.
Actualmente, Reynosa no cuenta con un centro psiquiátrico público ni privado especializado en atención continua o internamiento, la única alternativa existente es la Casa del Indigente, un espacio que carece de infraestructura y personal capacitado para recibir y tratar adecuadamente a personas con trastornos mentales.
Hace, aproximadamente, cinco años, la ciudad contaba con un centro psiquiátrico que era dirigido por el doctor Amadeo de León, sin embargo, esta institución cerró sus puertas por falta de financiamiento, ya que operaba bajo una fundación que no recibió el respaldo económico necesario por parte de las autoridades en ese tiempo.
Desde entonces, las familias que enfrentan situaciones de salud mental severa deben recurrir a instituciones en otras ciudades, como Ciudad Victoria, Monterrey o Matamoros, lo que representa una carga económica insostenible para muchos.
La falta de un centro de atención psiquiátrica en la ciudad deja a muchos pacientes sin diagnóstico, tratamiento, seguimiento o posibilidades de rehabilitación, pues sin estos servicios también incrementa el riesgo de abandono, vulnerabilidad y deterioro de la salud de quienes padecen trastornos mentales, además de afectar directamente a sus familias.
La salud mental ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud como un componente esencial del bienestar general, y la pandemia de Covid-19 aumentó considerablemente la incidencia de casos relacionados con ansiedad, depresión y otros trastornos, evidenciando aún más la necesidad de centros especializados en todas las regiones del país.
La demanda de un centro psiquiátrico no sólo es un clamor ciudadano, sino un asunto de salud pública urgente para garantizar atención integral en la salud mental, fundamental para construir comunidades más sanas, seguras y humanas.