La violencia física en las escuelas de Tamaulipas ha escalado en la última década en Tamaulipas, con un acumulado de 228 casos documentados, en las que figuran principalmente jóvenes entre los 12 y 17 años.
La Escuela Primaria "Bertha Castro de Olazarán", en Ciudad Victoria, fue escenario de violencia por parte de un maestro de educación física en contra de un niño de primer grado mientras estaban en clases de educación física, quien lo golpeó con un palo.
La agresión recayó en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (Codhet) que obligó a la Secretaría de Educación (SET) a darle una beca al menor, una disculpa por parte del maestro agresor y el director de la escuela primaria, así como recibir capacitación para personal administrativo y docentes para que no se vuelvan a repetir agresiones de ese tipo.
Con 228 casos documentados en la última década, la entidad supera a estados fronterizos como Coahuila (92 casos) y Nuevo León (45), y se ubica en el lugar número 13 a nivel nacional en número de agresiones físicas reportadas por menores en planteles educativos.
Así lo revela la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en un análisis realizado con base en cifras oficiales recabadas entre 2010 y 2023, que muestra un patrón sostenido de agresiones, particularmente en niveles de secundaria y preparatoria.
Los datos revelan que el problema, lejos de erradicarse, muestra una preocupante tendencia al alza, ya que en 2023 se registraron 26 casos, más del doble que en 2022 (11) y muy por encima de los tres que se reportaron en 2020, año atípico por la suspensión de clases presenciales.
En años como 2015, 2017 y 2018, los reportes rondaron entre los 33 y 35 casos, lo que sugiere un fenómeno persistente.
El promedio anual de denuncias de violencia física en escuelas tamaulipecas es de 17.5, siendo los varones los más afectados: 172 de las 228 víctimas eran niños, lo que equivale al 75.4%, mientras que 56 eran niñas (24.6%).
La madre del niño señaló que su hijo fue golpeado con una vara por su maestro de educación física durante una clase al aire libre; según la denuncia, el niño había tomado un palo mientras jugaba con compañeros y, al ser reprendido, recibió un golpe en la espalda por parte del docente.
La agresión fue confirmada por la CODHET tras revisar el video captado por las cámaras del plantel.
"Se advierte que el docente se dirigió hacia un alumno que jugaba con una vara, le quitó el objeto y con la misma le dio un golpe en el lado derecho de la espalda, lo que provocó que el niño reaccionara sobándose con ambas manos. Esta acción implicó una violación del derecho del niño a que se proteja su integridad, así como una flagrante violación a sus derechos", sentenció el organismo estatal.
Además, la Comisión determinó que el director del plantel no solo minimizó el hecho, sino que incluso recurrió a "comentarios intimidatorios", al insinuar que el menor presentaba signos de violencia familiar y que daría parte al DIF para su revisión.
"El actuar del director fue contrario al principio de imparcialidad y respeto que deben observar los servidores públicos; no hay constancia alguna de que haya canalizado al menor para la atención que justificó en su informe", señala la recomendación oficial.
Como parte de las medidas ordenadas, la CODHET exigió la reparación integral del daño tanto para el menor como para su madre, incluyendo una disculpa pública, el otorgamiento de una beca, inscripción en el Registro Estatal de Víctimas y capacitación en derechos humanos al personal del plantel.
Además, pidió medidas de no repetición, entre ellas garantizar que no exista represalia contra el menor y reforzar el protocolo de actuación en casos de maltrato dentro de las aulas.
"El castigo corporal o físico, incluso si es leve o no intencional, constituye una forma de violencia inadmisible que debe ser erradicada del entorno escolar", advierte la CODHET citando jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A nivel nacional, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2021 estimó que al menos 30 mil 700 menores entre 10 y 17 años fueron víctimas de violencia física en sus escuelas; de ellos, el 67% eran hombres.
Esta cifra equivale a 2 de cada mil estudiantes y muestra que el fenómeno no es exclusivo de una región o nivel socioeconómico.
Por su parte, la Secretaría de Salud federal documentó en 2021 la atención médica en hospitales de 61 menores de edad que sufrieron agresiones físicas en sus escuelas, el 77% de ellos adolescentes entre 12 y 17 años.
La Red por los Derechos de la Infancia ha insistido en que la violencia escolar, sea entre pares o proveniente de personal docente, constituye una violación directa a los derechos de niñas, niños y adolescentes.
"No podemos permitir que la disciplina se imponga a través del miedo o la agresión física. Las escuelas deben ser espacios seguros, libres de violencia y de respeto a la dignidad humana", reiteró la organización.