Matamoros, Tamps.- Matamoros, al igual que otras ciudades fronterizas, atraviesa una situación crítica debido a la escasez de agua. La ciudad se abastece, principalmente, del río Bravo, pero la falta de precipitaciones importantes en la región norte del estado y del país ha impedido que las principales presas se recuperen, especialmente la "Falcón", que desde hace varios años se mantiene en niveles alarmantemente bajos.
Marco Antonio Hernández Acosta, gerente general de la Junta de Aguas y Drenaje (JAD), explicó que están a la espera de alguna tormenta o ciclón que se registre aguas arriba de Matamoros, especialmente en la zona de Nueva Ciudad Guerrero, lo cual permitiría captar escurrimientos suficientes para alimentar a la presa "Falcón". "Este verano no consideramos necesarios racionamientos drásticos, pero seguimos en condiciones preocupantes. Para el próximo año, si no llueve adecuadamente, sí será inevitable tomar medidas más severas", señaló.
Actualmente, el abasto para la población está garantizado. El sector agrícola es el que corre mayor riesgo, ya que depende, en mayor medida, del volumen almacenado en presas. También explicó que el problema se agrava por la falta de infraestructura para retener el agua en la región.
"El control de las aguas está en Ciudad Guerrero. Todo lo que fluye de ahí hacia abajo, hacia Matamoros, no puede ser retenido ni almacenado. Ese caudal se desperdicia porque no hay forma de captarlo".
Una solución en marcha
Hernández Acosta destacó un proyecto aprobado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que contempla la construcción de un barraje (una especie de represa hecha con piedras) en el río Bravo, con el objetivo de contener y aprovechar mejor el agua. "Este año se concluyó el estudio, y está previsto que la obra se contrate durante 2025. Si todo va bien, podría estar lista el próximo año y ayudarnos a recuperar parte del agua que hoy se pierde", concluyó.