‘Un día más sin ellas llevaría al desastre’

La mayoría de las mujeres no se movieron en protesta por la ola de violencia que viven en todo el país

CIUDAD DE MÉXICO

Su ausencia fue más que evidente en las calles de la Ciudad de México, donde este 9 de marzo la gran mayoría de las mujeres no se movieron en protesta por la ola de violencia que viven en todo el país.

Lugares semivacíos en estaciones del Metro, tiendas departamentales, oficinas de Gobierno, mercados públicos, bancos, gasolineras y hasta en el Nuevo Mercado de la Viga, que ayer semejaba un pueblo fantasma por la ausencia de ellas. 

Rogelio Hernández, titular del Instituto Nacional de Fomento al Producto Pesquero fue contundente: “Un día más sin ellas nos llevaría al desastre”.

La imagen en el Metro fue diametralmente opuesta a la de días anteriores, los vagones asignados para las mujeres no estaban repletos, las pocas que salieron a trabajar encontraron un asiento y se delineaban los ojos sin pelear por espacio para mover los brazos, incluso ocuparon el asiento contiguo para poner su cosmetiquera. 

Autoridades reportaron que disminuyó 40% el número de pasajeros, de los 6 millones diarios que transporta. Tal fue el impacto en el Metro por la ausencia de las 340 taquilleras que las máquinas expendedoras fueron insuficientes y hasta se abrieron las puertas para quienes no tenían boleto, además de que 290 conductoras no se presentaron a trabajar. Incluso, las vendedoras ambulantes no salieron ayer.

Las pocas que se trasladaron dijeron que tuvieron que ir a trabajar porque no les dieron permiso, como unas que portaban chaleco del Inegi, quienes afirmaron que pidieron el día pero los jefes se los negaron y las mandaron a continuar con las encuestas del Censo Nacional. 

Lo mismo indicó la empleada de una tienda de zapatos, donde sólo les permitieron fue colocarse un moño morado, porque eso de faltar “ni locas”.

En las oficinas del Gobierno capitalino los pasillos estaban vacíos, no hubo mujeres que recibieran los oficios, los hombres tuvieron que hacer todo.

Siete de las 11 secretarias en el gabinete se unieron al paro; la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acudió a su oficina, pero no tuvo actos oficiales.

La Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México informó que 40% de las 150 mil mujeres que laboran en el Gobierno local  faltaron. 

Mientras tanto, en los 27 años de existencia del mercado La Nueva Viga, en la Central de Abasto, es la primera vez que semeja un pueblo fantasma.

Las mujeres cumplieron con no ir a trabajar, sólo las vendedoras de café y pan deambularon por los pasillos.

Hernández aseguró que nunca antes este mercado había vivido una situación de estas, donde la soledad privaba en los más de 500 locales, donde diario comercializan alrededor de 750 toneladas de pescados y mariscos.

En contra parte, Doña Loretita, quien vende en el Centro de Acopio en Villa Milpa Alta, estuvo como de costumbre desde temprano.

“¿Cuál paro? Si dejo de trabajar, pos no como”, aseguró Justina García, sin dejar de mover las tijeras para cortar los pollos en su negocio de San Pablo Oztotepec, alcaldía Milpa Alta. En este pueblo las mujeres sí trabajaron.

TAMAULIPAS SE SUMA AL PARO

Este lunes 9 de marzo, mujeres en diferentes estados del país se unieron al paro nacional Un día sin mujeres, convocado en protesta contra feminicidios, acoso y violencia contra las mujeres.

Un día sin mujeres repercutió con fuerza entre la población tamaulipeca, con lo cual fueron los hombres quienes tuvieron que hacer guardias para sacar adelante el trabajo en áreas gubernamentales y en escuelas.

“Aquí estamos firmes, apoyando a las mujeres”, expresó Raúl Linares, mientras realizaba labores administrativos en una oficina.

Según información oficial de la Secretaría de Administración, el 97% de las empleadas de las oficinas centrales del gobierno de Tamaulipas se ausentaron de sus labores este lunes. (El Universal)

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Por ejemplo, en la Torre Bicentenario, en donde se desempeñan unas mil 500 mujeres, solamente asistieron 30 de ellas.

En los hospitales del servicio estatal de salud contaron con guardias para no ver afectada la atención a la comunidad.

En tanto la Secretaría de Educación Pública reportó que en algunas escuelas de al menos 16 municipios de la entidad, las clases fueron suspendidas por una poca o nula asistencia de alumnos, derivado del movimiento Un día sin mujeres.

Chiapas

Mujeres chiapanecas que trabajan en el gobierno, iniciativa privada, incluidos medios de comunicación, se sumaron al paro nacional para destacar la lucha.  

   El Congreso de Chiapas estuvo semivacío de presencia femenina, mientras que decenas de trabajadoras no asistieron y la atención a ciudadanos fue ofrecida por hombres, mientras que en los ayuntamientos de varios municipios también se ausentaron las mujeres en distintas áreas. En Tuxtla Gutiérrez las mujeres se ausentaron en un 40%. 

   Funcionarias del gabinete estatal como la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), Gabriela del Socorro Zepeda Soto, aunque apoyó el paro y garantizó el día libre para las trabajadoras, acudió a laborar a sus oficinas. 

Morelos

Los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial reportaron ausencias casi totales de mujeres por el movimiento Un Día Sin Nosotras, pero no suspendieron actividades. En el Poder Judicial se registró la inasistencia del 60.4% del personal, construido por mujeres entre magistradas, juezas, secretarias de acuerdos y personal administrativo.

En el Congreso de Morelos las mujeres representan el 65% de la fuerza laboral, de acuerdo con presidente de la Mesa Directiva, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez y casi todas se sumaron al paro nacional.

En educación básica, informó Luis Arturo Cornejo Alatorre, Secretario de Educación estatal, hay 20 mil docentes y de ellos 14 mil son mujeres y se corría el riesgo en jardín de niños y en la preprimaria que esos niños llegaran a las aulas, pero no encontraran maestros por eso decidieron suspender las clases en ese sector.

En el Tribunal Superior de Justicia se informó que a pesar de la ausencia notoria de las mujeres, que suman 915, no se suspendieron oficialmente las labores en las diversas áreas que integran el Poder judicial, por lo que no se declaró día inhábil. Las trabajadoras que por “voluntad propia” decidieron asistir a laborar de manera ordinaria, en su mayoría portaron alguna vestimenta o distintivo de color morado con la finalidad de sumarse desde su lugar de trabajo a esta jornada histórica.

Yucatán

En diferentes puntos de Mérida y céntricas calles de la ciudad se notó la ausencia de mujeres ya que en la mayoría de los centros de reunión la mayor concurrencia fue de varones.

Solamente en el mercado Lucas de Gálvez, Santiago y Santa Ana, la actividad se desarrolló en forma normal en donde las mujeres realizan sus ventas diarias provenientes de municipios del interior del Estado.

Reportes de la misma Secretaría de la Mujer y de activistas en Yucatán, indicaban que el paro tuvo una respuesta de entre el 85 y 90 por ciento en Mérida y de apenas del 25 al 30 por ciento en el interior del Estado.

Nuevo León 

La Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) de Nuevo León, dio a conocer que según encuesta realizada entre sus afiliados, un 41% de su fuerza laboral representada por mujeres, se unió al paro Un día sin mujeres.

El organismo empresarial señaló hace días que un 38% del personal administrativo y de operación que labora en las industrias de Nuevo León está representado por mujeres, es decir, unas 200 mil personas. 

En un balance sobre el paro, informó que de acuerdo al sondeo, un 28.8 de los socios de Caintra reportaron que sí sufrieron un impacto en sus empresas derivadas del ausentismo provocado por la convocatoria realizada por diversos actores de la sociedad civil. 

Jalisco

En el expendio de café solo hay hombres, sus compañeras se han unido al paro nacional y ellos se tienen que encargar de atender a todos los clientes; pero no es el único punto de Guadalajara en donde se nota la ausencia de mujeres, varios comercios son atendidos solo por hombres o de plano están cerrados.

En oficinas de gobierno y algunas empresas las mujeres no llegaron a trabajar; en los hospitales Civiles todas las trabajadoras vistieron de morado y pararon una hora; en muchas escuelas laboraron sin maestras y sin alumnas.

Por la calle Pedro Moreno, desde 16 de Septiembre hasta la Calzada Independencia, la mayoría de los comercios están abiertos, son zapaterías, joyerías y tiendas de vestidos para novias que atienden mujeres, en muy pocos hay varones tras los mostradores y unos cuantos no levantaron la cortina.

“Los patrones no nos dieron permiso de faltar”, dice una de las mujeres en esta zona de la ciudad, y aunque dice estar de acuerdo con el paro, prefirió no tener problemas en su trabajo. 

Coahuila

En el Estado, fue un día atípico, muchas mujeres participaron en el nacional Un Día Sin Mujeres y no fueron a trabajar, por lo que los hombres tuvieron que suplirlas en oficinas públicas y privadas y en establecimientos comerciales donde había poca clientela. 

Más de 4 mil 200 escuelas de nivel básico estuvieron cerradas y en las universidades hubo pocas actividades, sin embargo, en el sector industrial fue poco el ausentismo ante la advertencia de los empresarios quienes les descontarían el sueldo. 

Imposible que pasara inadvertida la ausencia, porque las mujeres son más, opinaron trabajadores, por eso ellos atendieron clientes, agarraron la escoba y luego el trapeador para hacer la limpieza, tareas que casi siempre asignan al sexo femenino.

Guerrero

Ellas decidieron no trabajar, pero no se callaron: marcharon, denunciaron la violencia que sufren todos los días, que todos los días es invisivilizada: el acoso de sus compañeros, de sus fuentes, la desigualdad salarial, las agresiones de policías y funcionarios, pero además esa violencia tangible y letal: ataques a balazos y asesinatos.

Un grupo de unas 30 reporteras, fotógrafas, locutoras y conductoras de periódicos, portales de noticias, estaciones de radio y televisión de la capital de Guerrero, salieron a marchar para exigir el cese de feminicidios que vive todo el país. Pero también lo hicieron por ellas, para visibilizar las condiciones en las que todos los días hacen su labor: informar.

Lo hicieron por Antonia Ramírez y Carmen González, reporteras en la Montaña, que el alcalde de Tlapa les lanzó una campaña de descredito porque informaron lo que no quería que informaran. Protestaron por las que no están en Guerrero, por las que tuvieron que salir huyendo porque un grupo de autodefensa las privó de su libertad y no les quedó más remedio que desplazarse, que salir de sus pueblos para mantenerse vivas; también lo hicieron por Pamela Montenegro Real, una comunicadora asesinada una tarde de febrero del 2018 en Acapulco.