Asesina comando armado a 5 policías

Los agentes patrullaban la carretera que une Celaya y Salvatierra

Guanajuato

Cinco policías municipales han sido asesinados mientras patrullaban la carretera que une los municipios de Celaya y Salvatierra, en Guanajuato, según ha confirmado la Secretaría de Seguridad Ciudadana local. Los agentes fueron atacados a balazos por un comando armado alrededor de las ocho de la noche del miércoles a la altura de la comunidad de Santa María del Refugio. "Lugar donde fueron agredidos con disparos de arma de fuego, y a pesar de repeler la agresión fallecieron en el sitio", indica el comunicado de la dependencia de Celaya, que asegura que "no dará marcha atrás en el combate a la delincuencia".

Las masacres se suceden en Guanajuato. El Estado gobernado por el panista Diego Sinhue Rodríguez se hunde en una espiral de violencia. Los asesinatos múltiples pasan uno detrás de otro sin que el Gobierno ni la Fiscalía parezcan poder ponerles fin. El asesinato de los cinco policías de Celaya ocurrió mientras trataban de vigilar la carretera que conecta los dos municipios azotados por las matanzas de jóvenes.

El 4 de diciembre, los cuerpos de los hermanos Fabián y Jesús Orozco Mateos, su primo Pedro Mateos Puente, y sus amigos Bryan Jesús Amoles, José Eduardo Freire Ortega y Luis Giovanni Juárez. Eran estudiantes de Medicina de la Universidad Latina, en el campus de Celaya. Tenían diversas marcas de violencia, también por arma de fuego. El mayor tenía 23 años, el más joven, 18. La fiscalía ha detenido a un presunto autor material del crimen, del que no se sabe nombre ni su vinculación con algún grupo organizado. Tampoco se ha desvelado nada sobre la línea de investigación y móvil para matar a seis estudiantes.

VOLVIÓ EL HORROR

Unos días después el horror volvió a golpear a Guanajuato. 11 jóvenes fueron asesinados mientras celebraban una fiesta navideña en una hacienda de Salvatierra. El ataque conmocionó al país, habituado a este tipo de celebraciones en el mes de diciembre. Hasta el momento, la hipótesis es que varios miembros del crimen organizado llegaron al lugar donde los jóvenes tenían su evento, quisieron entrar, y al no dejarles, volvieron con más sicarios y acribillaron a los chicos. "Solo llegaron, entraron y dispararon sin parar", contó a El País Angie Almanza, familiar de dos de las víctimas, "el único objetivo era matar". En el lugar se encontraron 195 casquillos de bala.