Charlotte, EU
De lágrima, con lo justo, así venció México a Martinica 3-2 en la Copa Oro.
Todo el brillo que pudo obtener el Tricolor por su pase perfecto a los Cuartos de Final, con tres triunfos, quedó opacado por el paupérrimo funcionamiento ante un rival que ni siquiera está afiliado a la FIFA.
Uriel Antuna, Raúl Jiménez y Fernando Navarro marcaron por el Tri, mientras que por Martinica descontaron Kevin Parsemain y Jordy Delem.
Tan frustrante fue el partido que hasta el técnico Gerardo Martino fue amonestado por sus continuos reclamos.
México extravió la claridad. Fue un equipo sin ideas que dejó crecer a un rival hambriento, que se despide de este torneo con un buen sabor de boca dadas sus condiciones futbolísticas.
Uriel Antuna anotó al 29’ con un disparo un tanto débil tras un gran trazo largo de Andrés Guardado, pero después vino la incertidumbre cuando Parsemain guardó la pelota en el ángulo superior izquierdo, justo al palo defendido por Jonathan Orozco en la ejecución de un tiro libre.
El Tricolor recuperó el aliento cuando sus centrales subieron al ataque, primero Carlos Salcedo y luego César Montes, ya que de sus botines se originaron las jugadas que derivaron en los goles de Raúl Jiménez y Fernando Navarro.
La Selección Mexicana pegó cuando Martinica mejor jugaba, cuando se había rebelado ante un gigante que no se mostró como tal.
Jordy Delem anotó mediante un remate de cabeza al 84’ y otra vez prendió las alarmas. El equipo al que en 1993 Zague le marcó 7 goles ahora simple y sencillamente tuvo al cuadro mexicano contra las cuerdas.
México ya está en Cuartos de Final y espera rival entre Haití y Costa Rica, en ese orden, pero deja muchísimas dudas de cara a la ronda de nocaut. Se complicó solo la vida ante un cuadro que ni siquiera figura en el mapa futbolístico mundial.