Pep Guardiola analiza hasta el césped del Estadio do Dragao, Thomas Tuchel recuerda que en su infancia pensar en la Champions parecía tan inalcanzable como la luna, los futbolistas se preguntan qué se sentirá tocar por primera vez la “Orejona” y los aficionados del Manchester City y el Chelsea arman el carnaval en Oporto como si la Covid-19 fuera un mito urbano.
Esa es la atmósfera previa a la Final de la UEFA Champions League.
Llega a su desenlace el torneo de clubes más competitivo del mundo, con dos equipos ingleses como contrincantes.
El Manchester City arriba como campeón de la Premier League, pero ese no es el título que le quita el sueño a sus dueños, quienes han invertido en más de 40 fichajes y desembolsado arriba de 900 millones de euros con tal de ingresar una “Orejona” a sus vitrinas.
Los Citizens y el Chelsea tienen figuras por doquier, pero ninguno ha ganado la Champions. De hecho, solo Ilkay Gündogan por los Citizens y Thiago Silva por los Blues han disputado una Final.
Pep Guardiola es el más experimentado en este tipo de instancias. Ganó dos veces el torneo con el Barcelona, pero ya han transcurrido 10 años de su última conquista; sin Messi nada ha sido lo mismo.
Su homólogo Thomas Tuchel, quien truncó prematuramente su carrera como futbolista por una lesión de rodilla, rescató a un Chelsea en llamas, tras los malos resultados de Frank Lampard. Dicen que el futbol da revanchas, pero la de él llegó demasiado rápido, apenas una edición después de ser superado con el PSG por la aplanadora llamada Bayern Múnich, más allá de que ahora el Manchester City luzca como el club más dominante en Europa.
El City tiene 25 goles a favor y 4 en contra, el Chelsea 22 anotados y 4 recibidos, muestra del dominio de ambos.
El Estadio do Dragao tendrá en sus tribunas hasta a 16 mil 500 asistentes, 6 mil de ellos de los Citizens y otros 6 mil de los Blues. Los primeros sueñan con la primera “Orejona” en la historia, los segundos con repetir la conquista de 2012.
PREPARADOS PARA TANDAS DE PENALES
Las finales a este nivel suelen exhibir una mayor cautela, lo que hace que el juego se apriete conforme pasan los minutos, en especial cuando involucra a clubes del mismo país que se enfrentan con regularidad y por ello se conocen muy bien. Es por ello que las posibilidades de que todo se defina en la tanda de penales no resulta descabellada y Chelsea sabe mucho sobre eso.
El equipo ha estado en dos finales de la Champions y ambas terminaron en esa instancia, cayendo ante el Manchester United en 2008 y derrotando al Bayern Munich en 2012.