Embisten Max y ‘Checo’ en el Gran Premio de Emilia-Romaña

El mexicano Sergio Pérez arrancó tercero, pero en la largada logró meterse al puesto dos, que no volvió a soltar

Ciudad de México

El golpe de autoridad que Red Bull dio en el Gran Premio de Emilia-Romaña lo hizo en casa de Ferrari y con su gente.

Los dos pilotos respondieron en tierra de los tifosi con monoplazas rápidos, con ritmo, sin problemas de fiabilidad y con la lluvia que pudo complicar la carrera pero que no fue impedimento para firmar el 1-2.

El segundo lugar de Sergio Pérez en Imola representó su podio número 17 en 11 años de trayectoria en la máxima categoría del automovilismo y el séptimo con la escuderia austriaca.

“Lo mejor está por venir” es la frase que el tapatío porta en su casco y que parece ser la filosofía que lo ha llevado a consolidarse en los últimos dos años.

Rebases con clase, administración de neumáticos, acelerar cuando se debe y la resiliencia para reponerse de los errores son las cualidades del conductor azteca y mismas que puso en práctica en un solo fin de semana.

A la cuenta del piloto con el número 11 cayeron 6 puntos de la sprint y 18 más de la carrera de ayer que tuvo triple recompensa: el tercer lugar del Campeonato con 54 unidades, cerró la brecha con Max Verstappen por sólo 5 puntos de diferencia, pues el vigente monarca tiene 59, y se acercan al equipo de Maranello en el Campeonato de Constructores.

Los de Milton Keynes repitieron la hazaña de 2016, cuando el australiano Daniel Ricciardo y Verstappen subieron al podio en la primera y segunda plaza, respectivamente.

Las actualizaciones integradas al RB18 y que se probaron en el circuito Enzo e Dino Ferrari funcionaron, y si en las próximas fechas siguen disminuyendo el peso de los bólidos se esperan más batallas rueda y rueda. 

 ES UN GRAN DÍA PARA EL EQUIPO: ‘CHECO’

Max Verstappen y Sergio Pérez salieron juntos al podio para recibir sus trofeos en el Gran Premio de Emilia Romaña y celebrar el golpe de autoridad que han dado a Ferrari.

 Ayer, después de la carrera sprint, el mexicano ya había adelantado su pronóstico del 1-2 de Red Bull en tierra de los Tifosi, y sin saber lo que pasaría desde la arrancada, Pérez tuvo que soportar la presión del Cavallino Rampante de Charles Leclerc y rezar para evitar cualquier contratiempo que se relacionara con la fiabilidad del RB18.

 “Fue realmente intensa la pelea más o menos en la primera parte de la carrera y estábamos peleando y luego todo estuvo bajo control. Luego empezaron a perseguirnos con la parada y luego otra vez la lucha para calentar los neumáticos y lo más importante hoy fue no cometer errores, fue muy complicado hoy y conseguir un 1-2 es un gran resultado para el equipo.

 “Hemos tenido tanta mala suerte, el comienzo de la temporada ha sido tan difícil que estoy muy contento de ver a todos sonriendo en el equipo. Hoy es un gran día para el equipo y tenemos que seguir trabajando. Estoy feliz por Max”, dijo el mexicano.