Arabia Saudí privatiza su fútbol

Cristiano Ronaldo ya se instaló en Arabia Saudí. Karim Benzema asoma como el siguiente que se mudará. Y con Lionel Messi en la mira, el reino quiere asegurarse que el dinero generado por el petróleo sea inyectado en su liga doméstica de fútbol

La ambición saudí por atraer a los mejores futbolistas del planeta entró en otra dimensión el lunes cuando el Fondo de Inversión Pública asumió un control mayoritario en cuatro de los clubes más importantes del país. Uno de ellos es Al Nassr, el equipo donde juega Cristiano.

Se trata de un "proyecto de privatización" que busca estimular la inversión del sector público en el deporte. El fútbol se ha convertido en una prioridad bajo la iniciativa respaldada por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salmán.

El fondo soberano saudí ya es dueño de Newcastle, el club de la Liga Premier inglesa. También administra más de 600.000 millones de dólares del patrimonio del reino.

A diferencia de la Liga Premier y otros clubes europeos, los equipos saudíes no están atados por las restricciones al gasto que exige la UEFA, por lo cual no hay límites a los salarios que el fondo pueda ofrecer para traer a los mejores jugadores a Medio Oriente. Aparte de Al Nassr, el fondo quedó como dueño del 75% de Al Ittihad, Al Ahli y Al Hilal, los monarcas de la Liga de Campeones de Asia en 2019 y 2021.

La privatización de los cuatro clubes "generará diversas oportunidades comerciales, incluyendo inversiones, alianzas y patrocinios en una serie de deportes", dijo el fondo.